En los momentos en los que se tiene un volumen de trabajo muy alto o la tarea se ha vuelto monótona y estresante, se tiende a pensar que no hay tiempo para descansar ya que esto supondría dejar de rendir para alcanzar el objetivo marcado. Sin embargo, esta es una creencia falsa y una idea errónea de la productividad.
Hacer descansos durante el trabajo, especialmente cuando se busca un óptimo rendimiento es lo que permite despejar la mente para continuar con más fuerzas y mejorar la concentración en las siguientes horas.
El cerebro es incapaz de mantenerse concentrado en una sola tarea durante periodos muy largos de tiempo, por el contrario, somos mucho más productivos en cortos periodos en lo que se puede mantener la concentración en la tarea a realizar.
Los expertos indican que hacer pequeños descansos cada cierto tiempo durante la jornada laboral mejora la productividad y el rendimiento, incluso, se fomentan las breves siestas en algunos momentos del día con el fin de recuperar la claridad mental que presentamos cuando tenemos la energía adecuada.
Los descansos además pueden estar enfocados en distintas actividades. Las personas que pasan mayormente sentadas pueden invertir algunas de esas pausas en hacer estiramientos para evitar dolores de espalda o dar un paseo corto.
Beneficios
Estos descansos mejoran el rendimiento a la hora de trabajar y proporcionan beneficios de cara al bienestar del trabajador. Estos son algunos de los beneficios más destacados:
- Disminuye el riesgo de contraer enfermedades profesionales.
- Mejora el rendimiento tanto mental como físico.
- Aumenta la calidad en las relaciones interpersonales en el entorno de trabajo.
- Eleva la productividad y la concentración.
- Beneficia económicamente a la empresa y sus integrantes.
- El compromiso con la tarea es mayor cuando se ha descansado y no se alargan las jornadas.
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Métodos
Existen diferentes técnicas para poner en práctica los pequeños descansos sobre la tarea que estás realizando. Todos ellos se plantean respetando los tiempos que tiene el cuerpo de forma natural y su capacidad de mantener la concentración a largo plazo.
Técnica pomodoro
Esta es una de las técnicas más populares y sencillas qué existen. Consiste en trabajar durante 25 minutos seguidos, entregando toda tu concentración a la tarea que estás realizando, pasado ese tiempo descansa 5 minutos.
La técnica pomodoro se hace en ciclos de 4, una vez completados los 4 ciclos de trabajo y 3 ciclos de descanso de 5 minutos, el cuarto ciclo de descanso puedes hacerlo más largo, de 15, 20 o 30 minutos.
Método 52:17
Esta estrategia es ideal si no puedes pausar tanto tu trabajo como en la técnica pomodoro. Se trata de trabajar a pleno rendimiento durante 52 minutos seguidos y descansar 17 minutos.
La clave no se encuentra tanto en los minutos exactos de trabajo o descanso ideales, que no van a ser iguales para todo el mundo tampoco, sino en concentrarte en una tarea por un periodo de tiempo relativamente corto, y siempre introducir un descanso para refrescar tu capacidad de atención.
- Tip: Existen diversas aplicaciones que funcionan como temporizador pomodoro y te ayudarán a dividir tu tiempo de una forma sencilla.
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