La mujeres embarazadas expuestas a varios pesticidas de uso común en la agricultura corren un riesgo mayor de tener hijos con problemas de desarrollo y salud mental, según un estudio que publica la revista Environmental Health Perspectives.
Los científicos de la Universidad de California, en Davis, observaron los casos de 970 participantes en el Estudio de Riesgo Infantil de Autismo en el norte de California, un estado que es el mayor productor agrícola del país y que obtuvo 38,000 millones de dólares de sus cosechas en 2010.
En todo el estado, cada año, se emplean unos 90 millones de kilogramos de pesticidas, incluidos fosfatos orgánicos como clorpirifós, acefato y diazonin.
Otra categoría de pesticidas identificada fue la de los piretroides, incluidos esfenvalerato, permetrina lambda-cialotrina, cipermetrina y tau-fluvalinato.
La mayor parte de estos compuestos se emplea en el Valle Central, al norte del Valle de Sacramento y al sur del Valle Imperial junto a la frontera con México.
"Los pesticidas son muy importantes para la agricultura moderna", señaló el estudio, añadiendo que "la mayoría de los pesticidas que se venden en Estados Unidos es neurotóxica".
Los investigadores vincularon los datos sobre el empleo de estos pesticidas con el lugar de residencia de las participantes durante el embarazo, y encontraron que aproximadamente un tercio de las mujeres había residido, durante la gestación de sus hijos, a menos de 1,5 kilómetros de cultivos tratados con pesticidas.
El grupo estudiado incluyó a familias con niños de 2 a 5 años de edad a quienes se les ha diagnosticado autismo, retraso en el desarrollo, o un desarrollo típico.
El análisis encontró que la exposición a organofosfatos durante el embarazo aparece vinculada a un mayor riesgo de trastornos de autismo, y en particular a los clorpirifós en el segundo trimestre del embarazo.
El 75,5 por ciento de los niños con un diagnóstico de trastorno en el espectro del autismo nacieron de madres naturales de Estados Unidos; el 7,8 por ciento de nativas de México, y el 16,7 por ciento de madres nacidas en otra parte.
El informe mostró también que el 76,6 por ciento de los casos de retraso en el desarrollo mental ocurrió entre niños nacidos de madres oriundas de EEUU, el 16,7 por ciento de madres mexicanas y el 7,7 por ciento de mujeres procedentes de otros países. EFE