El sedentarismo genera secuelas en el organismo de quienes optan por moverse menos y sentarse más. Es un proceso que avanza lentamente y cuyas consecuencias refuerzan otras enfermedades como la obesidad, la diabetes y la hipertensión. Las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) confirman que las tasas de obesidad se duplicaron en todas las regiones del mundo entre 1980 y el 2008.
Si su hijo es de los que dedica largas jornadas a jugar con consolas, úselas a su favor, así sus hijos se moverán más y se sentarán menos. Apueste por videojuegos en los que se acompaña la imagen con controles que exigen que los menores muevan manos y pies para ganar el reto. Aproveche esta oportunidad y diviértase usted también, así ambos alcanzarán un mejor balance energético.
La actividad física no tiene edad, ni límites. Los niños –entre 5 y 10 años- deben ejercitarse al menos 60 minutos al día; los adolescentes –igual que los adultos- deben realizar al menos 30 minutos diarios de actividad física, unas 5 veces a la semana.
Al igual que otras prácticas, incorporar la actividad física en el día a día es un proceso que debe hacerse poco a poco, de manera que su cuerpo se adapte a las nuevas exigencias. Lo recomendado es iniciar este hábito, con actividades físicas que sean de su agrado y la de sus hijos. ¡Aproveche las nuevas tecnologías para moverse más y únalo a su plan de ejercicio diario!