Consejos para distribuir las tareas en casa sin enojarse en el intento.
No importa si se trata de hombre o mujer, cuando una pareja decide vivir bajo el mismo techo, más que el amor que sienten el uno por el otro, comparten una vida juntos que incluye una casa llena de responsabilidades que deben distribuirse equitativamente, aquí algunos consejos para hacerlo de la mejor forma.
Creen asignaciones en concreto
Muchas veces se cae en el error de decir que la apareja no ayuda en casa, pero nunca se le ha asignado algo en concreto. Para evitar este malentendido es recomendable hacer una lista de todas las tareas de la casa, desde las relacionadas a hacer compras, hasta las que incluyen limpieza, y asignar un responsable. Puede colocarse una lista que esté a la vista.
Examinar horarios
Las rutinas ajetreadas y las diferencias de horarios son uno de los grandes obstáculos al repartir tareas en casa, al hacerlo pueden tomarse en cuenta las horas de salida y entrada del trabajo, el tiempo de descanso, dificultad del trabajo y de las tareas de la casa.
Comprensión
Las asignaciones no están escritas en piedra y puede que por razones como el cansancio, un cambio de horario, el tráfico o un olvido repentino algunas tareas dejen de cumplirse. Es importante ser comprensivo y evitar enojos. Existen ocasiones que no siempre podemos controlar.
Saber pedir ayuda
Muchas veces sucede que un miembro de la pareja quiere abarcar cada una de las tareas de la casa y a la larga esto puede producir resentimiento y hasta afectar la salud. Aprende a pedirle ayuda a tu pareja siempre que lo necesites, ahora son un equipo que debe apoyarse entre sí.
Lo que nos gusta vs. Lo que no soportamos hacer
Puede que a él le guste lavar platos pero deteste sacar la basura, es posible que ella disfrute de barrer el patio, pero odie lavar el baño. Lo mejor es determinar cuáles son las actividades que más trabajo y dificultad llevan y así equilibrar el número de asignaciones para que el trabajo en casa no se vuelva tedioso.
Disposición para aprender juntos
No a todos nos enseñaron a planchar y puede que muchos no sepamos cocinar pero nuestra pareja sí. Que la falta de una habilidad no sea un impedimento para ayudar en casa, más bien es una oportunidad para aprender algo nuevo que ayudará a mejorar el ambiente en casa y quitará carga a tu pareja.