La famosa frase: “Hay tres placeres en la vida: dormir con sueño, decirle 'no' a quien una vez te rechazó y comer con hambre”, no puede ser más cierta... pero con esta última, debemos tener más cuidado; lo peor que podemos hacer es justamente eso, alimentarnos cuando el estómago nos lo está pidiendo.
“La comida no es para disfrutarla, es para nutrir el cuerpo”. Con esta frase, el internista y endocrinólogo Leonel Rivera Ochoa afirma que el principal error en la cultura de la alimentación es esperar hasta tener hambre para comer. Si bien es cierto, el comer se ha relacionado últimamente a un acto de placer, esto no ha hecho más que deformar el concepto y conducir a peligrosos hábitos.
Lo principal es aprender a comer cuando no tenemos hambre, a desayunar antes de las 7:30 a.m. y hacer meriendas a media mañana; señala Rivera. Esperar a tener hambre para comer está más relacionado al placer y esto lleva a decisiones equivocadas, a elegir los alimentos más grasosos, con más carbohidratos, en esencia a comer con impulsos, mientras que comer a la hora indicada le hará elegir pocas cantidades.
El hambre no existe, es falta de glucosa y para evitar llegar a ese nivel, lo mejor que se puede hacer es comer de acuerdo a un horario, indica el experto. En otras palabras, lo que conocemos como hambre no es más que un exceso de insulina y una deficiencia de glucosa. La glucosa es un tipo de azúcar que se encuentra en alimentos como frutas, pan, pasta, arroz y cereales que una vez dentro del cuerpo fluyen hacia el cerebro para transformarse en energía. “Hay muchos otros tipos de azúcar como la maltosa, sacarosa, fructosa, pero el cerebro solo come glucosa”, añade.
Hipoglucemias y hambre
Las bajas de glucosa, conocidas con el nombre de hipoglucemia o hipoglicemia, son altamente frecuentes en personas de toda edad y el hambre es precisamente una forma de manifestación; otros ejemplos clásicos están escondidos bajo las frases “se le bajó el azúcar” o “se le bajó la presión”, y aunque ambas son erróneas, dejan en evidencia casos de hipoglucemias puras, enfatiza Rivera.
En una persona normal, los niveles de glucosa deben estar entre 70 y 100 miligramos por decilitros (mg/dL). Abajo de 70 mg/dL ya se considera una hipoglucemia y se manifiesta con síntomas como hambre, dolores de cabeza, mareos, sudoración y temblores.
Entender la ciencia de la hipoglucemia es un tanto complicado, con tantas hormonas trabajando para mantener nuestro cuerpo en sus óptimas condiciones, llegar a comprenderla nos lleva incluso a descifrar el inicio de enfermedades metabólicas como la diabetes.
Aquí entra en función dos órganos esenciales: el páncreas y el hígado. El primero se encarga de producir insulina y el hígado la glucosa y, cuando ambos funcionan correctamente, alguien puede fácilmente comer mucho pastel, donas, sodas (alimentos muy dulces o altos en carbohidratos) sin presentar ningún problema. ¿Cómo es esto posible? Sencillo: el páncreas produce más insulina para regular los niveles de glucosa.
El paso a la diabetes se produce cuando el páncreas y el hígado están trabajando a niveles extremos. A más gordura, más glucosa; a más glucosa, más insulina, pero ahí no para el problema, el páncreas es más débil que el hígado y con el pasar de los años, se agotará mucho más rápido hasta que llega el momento en que trabajará a la mitad y la glucosa se elevará.
Ahora bien, una hipoglucemia se produce cuando el páncreas produce mucha más insulina haciendo que los niveles de glucosa bajen. En personas con familiares con diabetes, o que manejan muchos niveles de estrés o son muy delgadas, la hipoglucemia es más frecuente, indica el endocrinólogo.
Hipoglucemia y diabetes
Cuando los niveles de glucosa bajan en una persona con diabetes, el problema no luce tan sencillo. En ellos, los síntomas son mucho más intensos y pueden incluso terminar en un coma diabético, afirma el especialista.
Rivera explica que la hipoglucemia en diabéticos generalmente se produce por los medicamentos. “El paciente debe conocer cómo actúa la insulina en su cuerpo y cuánto dura en su sangre, hay algunas que duran 12 horas y otras 24”.
Por otra parte, indica que los medicamentos tomados suelen provocar una baja de glucosa casi cerca del próximo tiempo de comida. El nivel de glucosa en una persona diabética está influenciado por el nivel de medicamento que tenga, la actividad física y la comida; estos valores se juntan para tener un nivel de glucosa normal. “La persona con diabetes debe comer en el momento indicado porque tiene algo sintético en el cuerpo que rige el nivel de azúcar”.
¿Qué hacer en esos momentos?
Rivera aconsejó que al presentar los síntomas de una hipoglucemia, el paciente con diabetes debe sacar el aparato y chequearse los niveles de glucosa. “tarda 20 segundos y si no lo puede hacer, debe comer inmediatamente y permanecer tranquilo”.
Es importante conocer los síntomas, ya que en caso de presentarse, mucha gente opta por automedicarse alterando las dosis de insulina recetadas, en lugar de reportar los episodios hipoglucémicos al doctor. Esto puede poner en gran riesgo la vida del paciente.
De acuerdo con el estudio HAT (Hypoglycaemia Assessment Tool) realizado a 27,000 pacientes tratados con insulina, la hipoglucemia afecta en la productividad de quienes padecen diabetes. Por ejemplo, el 6.2% de diabéticos tipo 2 reportó ausencia al trabajo o a la escuela, mientras que los de tipo 1 fue un 3.9%. Los retardos experimentaron un crecimiento del 1.7% al 7% (diabetes tipo 2) y del 1.9% al 7.1% (tipo 1). Por último, las salidas antes de tiempo de las labores se incrementaron de 1.6% al 5.3% y del 1.1% al 6.6%, impactando indirectamente la economía.