Congestión nasal, dolor de cabeza, estornudos, fiebre baja... ¿te suenan estos síntomas? Probablemente no se trate del temido coronavirus, sino de un resfriado común. De hecho, con los cambios de clima las personas que acaban constipadas.
El resfriado común está causado por un cóctel de virus de incidencia estacional que se desenvuelven mejor con las bajas temperaturas. ¿Por qué prefieren el frío? ¿Qué sucede en nuestro sistema inmunitario cuando bajan las temperaturas?
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El resfriado común es una infección viral leve y sus efectos son limitados. Como la mayoría de infecciones virales respiratorias, se da mucho más en la estación más fría y húmeda. ¿Por qué razón exactamente?
Uno de los factores que afectan a este aumento de la cantidad de resfriados es que, en los meses más fríos, pasamos mucho más tiempo en espacios cerrados, con lo que es más probable que compartamos aire -y microbios- con otras personas, lo que aumenta notablemente las posibilidades de infección.
Ello explicaría, entre otras cuestiones, por qué la incidencia del virus del resfriado se redujo significativamente durante el primer año de pandemia por Covid-19, cuando se extendió la obligatoriedad de llevar mascarilla en lugares cerrados.
Con los cambios de clima se proliferan los casos de gripes y resfriados, dos enfermedades que suelen relacionarse siempre con las bajas temperaturas. Tanto el resfriado como la gripe son infecciones causadas por virus.
¿Cómo combatir un resfriado?
La primera barrera de defensa contra estos patógenos la forman una amalgama de células inmunitarias: fagocitos, neutrófilos, monocitos, macrófagos, se encargan de identificar y destruir las células infectadas. El sistema inmunitario adquirido completará esta función con la producción de anticuerpos que combatirán los patógenos.
¿Y qué hacemos para protegernos de estos virus?
Mejor olvidarse de falsos mitos, como tomar alimentos ricos en vitamina C para prevenir la infección. Diversos estudios han concluido que la administración de suplementos de vitamina C es ineficaz para la prevención, aunque sí puede reducir el tiempo de recuperación. El mejor remedio para el resfriado es dejar que nuestro sistema inmunitario actúe por su cuenta.
Eso sí, es recomendable beber más líquido, para mantener la hidratación corporal, y, aunque tengamos frío, apagar la calefacción para reducir la sequedad ambiental. Si de lo que se trata es de prevenirlo, la pandemia de coronavirus nos ha enseñado una fórmula muy eficaz: seguir usando la mascarilla en espacios cerrados y aumentando las distancias de seguridad.
Si evitamos que el virus entre en nuestras vías respiratorias, estaremos protegidos al 100%.
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