Créele a su hijo el lugar ideal para realizar sus tareas escolares y que tenga éxito en su aprendizaje y rendimiento.
En la actualidad es difícil tener un área destinada solo para el estudio. Las viviendas son cada vez más pequeñas, pero si los padres cuentan con esta posibilidad no deben dudar en proporcionarles a sus hijos un espacio adecuado para su desarrollo intelectual, pues del nivel académico y cultural dependen no solo la superación personal, sino también la de nuestro país.
En términos de tamaño este podría depender del espacio con el que se cuente, pero no debe ser mayor a los 3x3 m, porque incitaría a otras actividades. Si tuviera vista al jardín sería genial, porque brindaría la sensación de frescura.
publicidad
Debe tener ventanas grandes que permitan ventilar e iluminar naturalmente, además de tener contacto con la naturaleza si este es el caso. Debe ser acogedor y cumplir con tres funciones básicas: trabajo, lectura y computación.
El mobiliario debe ser únicamente una librera, silla para la lectura, buena lámpara y un escritorio o mesa de trabajo. El tamaño del mobiliario dependerá del espacio con el que se cuente; nunca deberá haber juguetes, videojuegos, sofás.
Los colores son básicos y fascinantes si los sabemos aplicar, pues forman parte de nuestra psicología. En este caso el más recomendable es el amarillo con un toque de naranja. El amarillo puede ser pálido o fuerte, incluso combinado pues favorece a la claridad mental, faculta el razonamiento, la asimilación de los hechos, procesos lógicos; y el naranja incita a la creatividad, el movimiento y la utilidad. La combinación de ambos para este fin es espectacular.
Espacio y comodidad
Si cuenta con un espacio muy reducido puede ubicar el estudio justo en el ventanal, logrando de esta manera ventilación e iluminación natural. Los muebles pueden ser una repisa para los libros y una mesa de trabajo y para computación (en estos casos una laptop es la solución).
Una silla cómoda no debe faltar, tampoco una buena lámpara a la pared para ahorrar espacio. Los colores es este caso pueden conservarse y combinarlos con un poco de azul, el cual es perfecto para el descanso. Siendo creativos se puede sectorizar el espacio con el color y dar a sus hijos un ambiente agradable.
Si se guardan los juguetes en recipientes plásticos, bajo la cama o en el clóset no habrá ninguna distracción.
Si tiene la fortuna de contar con un amplio espacio, puede incluir además de los muebles antes mencionados, uno para guardar todos los materiales y herramientas que se van utilizando a medida su hijo avanza académicamente, incluso puede añadir un instrumento musical, pues si están aprendiendo necesitarán practicar.
En el caso que el espacio sea compartido, este no debe tener una decoración alusiva a edades o al gusto individual, piense en crear un espacio ad hoc en el que se sienta bien tanto el adulto, el adolescente y un menorcito (que necesita de la supervisión de sus padres).
Puede pensar en un mobiliario de metal, si lo quiere moderno y de vanguardia, a la moda; o de madera si se prefiere un estilo conservador y formal. Esto dependerá del estilo de la casa o las preferencias que tenga la familia. Además, puede maximizar el recurso que dan los colores y tipos de decoración que se pueden lograr con unas pinceladas, papel tapiz o las diversas opciones que nos ofrecen en la actualidad los expertos en pinturas.
¿Sabía qué? El cuarto de estudio puede crear en su hijo buenos hábitos de estudio, los cuales pueden influir para su éxito en la vida universitaria.
Fuente: Arq. Jacqueline Fernández • jaferdel@hotmail.com