Uno de los mejores ejercicios para optimizar el ánimo es entrar en estado de gratitud. Hacer un alto en el camino y reconocer los grandes regalos que nos ha dado la vida, nos permite cambiar nuestra actitud y reconocer que los problemas que enfrentamos son manejables, comparado con todo lo positivo que nos ha pasado en la vida.
Las fiestas de fin de año nos proporcionan el estímulo suficiente para hacer un alto en el camino y preguntarnos: ¿Soy feliz? ¿He tenido éxito este año? ¿Estoy consiguiendo, o por lo menos dando los primeros pasos para conseguir mi sueño? ¿Cuál es mi sueño?
Definitivamente hemos cambiado de era, todo ha cambiado. En nuestra práctica privada vemos constantemente personas que están experimentando un enorme vacío interno, el cual se acelerando conforme se acerca el final del año. Cualquiera diría que esto ha existido siempre, pero hoy, hasta personas que están económicamente estables, con una vida familiar y de pareja saludable, se preguntan a sí mismos: ¿Qué pasa conmigo?
Y la verdad es que muchas veces nos olvidamos de desarrollar el alma. Ejercitamos nuestros dones intelectuales, habilidades musicales, sociales, pero el alma también lo necesita.
Si somos personas muy flojas y permisivas con nosotros mismos, tarde o temprano perdemos la templanza y empieza el vacío, la insatisfacción. Son los gritos del alma porque necesita dar, cumplir su propósito y este únicamente se logra saliendo de nuestro círculo de comodidad.
Ejercicios espirituales sencillos
- Cada día dé gracias por algo. La gratitud es el primer paso de la abundancia en todos los sentidos de la vida, no solo en el material. La abundancia radica en el alma, nadie da lo que no tiene. Sea agradecido.
- Haga algún tipo de austeridad que pueda ofrecerle a la divinidad en la que usted crea: Jehová, Buda, Allah, Jesucristo. La deidad valora los esfuerzos que hace el alma por purificarse. Esta austeridad puede ser:
- Ayunar (levantarse a las 3:00 a.m., ofrecer el ayuno que consistirá en no ingerir alimento y mantener su mente alerta para no insultar, ni criticar a nadie y lo entrega al medio día). Esto es altamente purificador.
- Dedique un día completo a solo dar y agradecer, sin miedo, solo confiando. Ese día repítase a sí mismo: “Yo soy Dios en Acción”.
- Dejar de ver televisión y mejor dedicarse a compartirlo con su familia, a conocerla. A veces vivimos tan cerca, pero nuestros corazones están tan lejos.
Una pequeña vigilia en la cual lea libros constructivos, ore, medite y visualice un país mejor, que alguien recupera su salud. La oración por intercesión es poder creador, sobre todo si luego de orar medita en lo que ha pedido.
Ejercicios espirituales de mayor nivel
• Acérquese a esa persona que tanto rechaza, propóngase y ofrezca ser más amable que nunca con esa persona, que únicamente es reflejo de lo que usted es. ¿Ha escuchado esa frase que dice: “ámame cuando menos lo merezca, porque es cuando más lo necesito”? Pues esa es una realidad para todos.
• Reconozca su principal error psicológico (ira, orgullo, impaciencia, intolerancia, envidia) y pídale a alguien que lo ame y en quien confíe, que le señale el momento en el que está incurriendo en ese error y en ese momento rectifique la actitud negativa, por alguna de amor y consideración. Esta es una de las grandes herramientas del budismo. La persona que lo ayude se llama mochau o testigo.
• Compre un espejo y enfréntese a sí mismo. Cuestiónese, pregúntese y valore de forma objetiva si en verdad está beneficiando a otros y no se ha dedicado solo a vegetar. Recuerde, debemos ser luz para otros, ¿es ese su caso?
• Decídase a dormir máximo cinco horas para que pueda dedicar un buen tiempo a orar, meditar, visualizar antes de iniciar el día. Esto le dará templanza, mayor fortaleza espiritual para abordar cualquier situación.
• Pídale a la divinidad que le dé la oportunidad de servir a otros, y el servicio llegará a su vida a manos llenas. Personas que lo necesitarán, situaciones en las que es importante intervenir. Se le presentarán personas que únicamente necesiten escuchar una palabra suya. Así que es importante estar alerta.
El alma necesita desarrollar sus dones, en la medida en que servimos a los demás, únicamente en esa medida se desarrolla en nosotros la verdadera inteligencia.
La vida espiritual requiere acción constante, valor para enfrentar nuestros errores y corregirlos, fe, certeza y convicción para darnos cuenta que todos somos creadores y que en nuestras manos está que este mundo cambie.
Una golondrina sí hace verano, una sola persona puede cambiar la actitud de otros. Bueno, hace más de 2,000 años tuvimos a alguien que decidió ser diferente, usted también puede.
¡Feliz Navidad y un maravilloso año nuevo! Que la humanidad despierte al amor.
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Por: Verstat Bohintuk
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