Catar un buen vino es un arte, dejarse guiar por lo que transmite la botella, el color, visualizar la textura, descubrir y recordar mediante su sabor.
El momento de catar un vino, es muy importante cuidar mucho el sentido del olfato y gusto. No use perfume antes, esto le impedirá apreciar su olor, las mujeres no deben utilizar un labial con sabor, de esta manera no influenciará su sabor. Reconocer un buen vino requiere de no haber consumido ni bebido nada antes de la cata, “cualquier sabor fuerte inhibirá sus papilas gustativas”, recomienda Johanna Gómez, gerente de Marca de IMVINOS. Algunos aspectos a evaluar son:
La edad
La juventud del vino tinto se distingue por su color. Los jóvenes tienen matices violeta, fucsia y granate (entre rojo, castaño, naranja y verde). Cuando pierden brillo y adquieren tonos ladrillo o naranja, es señal de que el vino está envejeciendo.
El cuerpo
Un vino espeso cae en la copa formando pequeñas burbujas persistentes. Si lo agita en la copa, se mueve lentamente y se ve pesado. Un vino ligero cae con ruido y forma burbujas grandes que desaparecen rápido.
Aroma
Sentir el olor del vino requiere pasión. Los olores no aparecen al mismo tiempo, acerque su nariz al borde de la copa, deje que su tabique nasal sienta la copa. En ese momento sentirá fragancias livianas, agite la copa. Notará que aparecen nuevos aromas.
Sabor
El paso donde se completan las sensaciones que produjo el aroma, incluso ampliarlas. Tome una buena cantidad de vino. Al tenerlo en la boca, déjese llevar por los aromas que percibió. ¿Son los mismos? Si es así, el vino es equilibrado.
El mejor momento para degustar, es alrededor de las 11 o 12 de la mañana. A esa hora, la digestión se terminó. Tener el estómago vacío favorece la salivación y percepción de los gustos.