Una molécula sintética desarrollada por investigadores de Brasil y de Estados Unidos mostró ser eficaz para el tratamiento de la insuficiencia cardíaca en experimentos realizados en ratones de laboratorio y comenzará a ser probada en humanos, informaron fuentes científicas.
La molécula sintética es producto de un proyecto de investigadores de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, y de la brasileña Universidad de Sao Paulo (USP), informó la estatal Fundación de Apoyo a la Investigación en el Estado de Sao Paulo (Fapesp), que financia parte del proyecto.
La sustancia, denominada Alda-1, es capaz de activar la ALDH2, una enzima en las mitocondrias que es esencial para el buen funcionamiento de todas las células, incluyendo las cardíacas.
"Esta enzima tiene una gran importancia en la célula ya que ayuda a evitar la acumulación de moléculas tóxicas y altamente reactivas producidas por la propia célula", explicó el investigador Julio Batista Ferreira, del Instituto de Ciencias Biomédicas de la USP y coordinador del proyecto, citado en un comunicado de la Fapesp.
Según el especialista, "la deficiencia de la ALDH2 viene siendo cada vez más asociada a diferentes tipos de enfermedades".
El experimento realizado en la USP demostró que la Alda-1, por su potencial para activar la enzima ALDH2, fue capaz de elevar en un 40 % la capacidad de bombeo de sangre del corazón de ratones con insuficiencia cardíaca y que, en consecuencia, puede ser una aliada en el tratamiento de este problema.
Los investigadores amarraron una de las arterias coronarias de los ratones para inducir la insuficiencia cardíaca. Sin la irrigación de la sangre, el 30 % de las células cardíacas murió y el resto pasó a trabajar al doble para compensar la lesión.
"Comenzamos a suministrarles Alda-1 cuatro semanas después del infarto inducido y cuando los animales ya tenían la función cardíaca perjudicada. Después de seis semanas de tratamiento medimos un aumento del 40 % en el volumen de sangre bombeado en los ratones tratados. En los ratones a los que se le suministró otras sustancias, la función cardíaca se redujo aún más", dijo Ferreira.
Esos resultados fueron destacados en un artículo publicado en la edición de junio de la revista científica internacional Cardiovascular Research.
Estudios anteriores realizados por Ferreira en la Universidad de Stanford ya habían mostrado que el Alda-1 tiene potencial para proteger el corazón tras un infarto.
Los investigadores igualmente descubrieron que los pacientes con insuficiencia cardíaca, por la falta de actividad del ALDH2, tienen tres veces más moléculas tóxicas circulando.
Según la Fapesp, la molécula será probada en humanos en el segundo semestre de este año, inicialmente se evaluará su toxicidad, gracias a un acuerdo de la Universidad de Stanford con una empresa privada interesada en convertirla en una droga comercial. EFE