Con la llegada del verano también llega el intenso calor, el que puede ocasionar, en caso de no cuidar la salud, problemas físicos graves, por esto te daremos recomendaciones para evitar sufrir consecuencias del calor.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Mundial de Meteorología (OMM) el calor es un período inusualmente caliente, seco o húmedo, de día o de noche, que se inicia y termina de forma abrupta, con una duración de 2 a 3 días.
La respuesta del cuerpo humano al calor incluye aumento de la temperatura corporal, con sudoración excesiva, que puede llegar a ocasionar pérdida masiva de líquidos y electrolitos.
La deshidratación puede provocar calambres, agotamiento, dolor de cabeza, náuseas y/o vómitos, piel y boca seca, decaimiento, ojos hundidos y sed intensa, presión arterial baja y pulso rápido.
En el caso de los lactantes llanto sin lágrimas, sed intensa y mollera hundida.
En situaciones extremas puede tratarse de insolación o un golpe de calor que consiste en un cuadro grave caracterizado por temperatura corporal elevada, mayor a los 40 grados, piel caliente y roja, inestabilidad al caminar o al estar de pie, mareos, cambios de conducta o nivel de conciencia como delirio, somnolencia y confusión, e incluso convulsiones y caer en coma.
Te recomendamos:
• Evitar la exposición directa al sol de 9:00 a 16:00 horas, en especial a medio día.
• Evitar realizar ejercicio bajo el sol y a medio día.
• Usa ropa de manga larga y sombreros de ala ancha, que cubran la cara, cabeza, orejas y cuello, sombrilla y gafas de sol.
• Si permaneces en oficina con ventanas, también debes protegerte.
• Usa un protector solar con FPS 50 y aplícalo cada 2 horas.
• Bebe suficiente agua pura, no menos de 2 litros al día.
• Evita realizar ejercicio bajo el sol y a medio día.
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