Prestamos mucha importancia a cómo se ven las manos, pero no siempre logramos que queden suaves. Esto se debe a que la mayoría de las actividades que desempeñamos a diario pueden hacer que se resequen y pierdan su suavidad.
Es realmente importante que las manos estén suaves al tacto, pero también que se vean sanas. Sobre todo, durante el invierno es cuando más sufren por el frío y el viento. Pero en cualquier época del año pueden estar expuestas a productos químicos, como artículos de limpieza y su uso para todo tipo de tareas.
Además, muchas veces nos olvidamos de ellas por falta de tiempo o cansancio. Unas manos desatendidas pueden no resultar bonitas, pero, más allá de lo estético, vale destacar que necesitan cuidados intensivos por la importancia que revisten en lo cotidiano.
Si no proteges tus manos serán más vulnerables a las infecciones, la contaminación ambiental y las arrugas.
Si quieres tener unas manos más suaves que la seda y no sentirlas ásperas al tomar contacto con ningún objeto, te recomendamos que prestes atención y cumplas con las siguientes recomendaciones:
- Utiliza guantes para las tareas del hogar, como lavar los platos o la ropa.
- Emplea protectores especiales para actividades específicas como, por ejemplo, jardinería o arreglos del hogar.
- Lleva contigo una crema humectante para colocar siempre que las manos estén limpias.
- Evita el contacto excesivo con el agua cuando está caliente, porque reseca la piel.
- No uses jabones muy fuertes o con perfumes porque quitan la capa protectora de la dermis.
- Utiliza un humidificador para que los ambientes no estén secos y eso repercuta en tus manos.
- No emplees secadores de mano con aire caliente, sino toallas cada vez que te las lavas.
- Protege las manos en el invierno usando guantes o colócalas dentro de los bolsillos de la chaqueta.
- Evita exponer las manos al sol porque los rayos UV envejecen, forman arrugas y pueden causar manchas e incluso cáncer.
- Presta atención cuando cocinas porque los jugos de las verduras y la carne crudas pueden irritar la piel si está agrietada.
- Acude al médico si aparecen alergias, eccemas, dermatitis, hongos o psoriasis.
Aceite de almendras
Solo tienes que poner unas gotas y aplicar el aceite con movimientos circulares, tanto en las palmas como en el dorso, entre los dedos y en las uñas y cutículas. El aceite de almendras podría contribuir a reparar las partes más secas de la piel y nutrirlas en profundidad. No olvides esparcirlo bien. Otras opciones que también pueden ser muy eficaces son el aceite de coco y el de oliva. En ambos casos, es mejor aplicarlos por las noches y no enjuagarlos.
Azúcar y aceite de oliva
El primero exfolia y el segundo suaviza. Perfecto para las manos que se ven envejecidas, sin vida y muy secas. Este remedio casero es ideal para el invierno o para aquellas personas que manipulan productos químicos como artículos de limpieza.
Aloe vera
Por supuesto que el aloe vera no podía faltar en un listado de remedios caseros para la piel. Puedes abrir un tallo de la planta y extraer el gel del interior. Aplica en la palma de las manos y esparce con movimientos circulares.
Miel y naranja
Para poder recuperar la suavidad y la flexibilidad de la piel de las manos y que se mantengan completamente humectadas, puedes preparar una loción con naranja y miel. Es realmente muy sencillo.
Tener las manos ásperas o resecas suele ser un problema temporal, causado por la exposición al sol, al frío o por el uso de productos químicos. Sin embargo, si su apariencia empeora o no mejora con los cuidados, es conveniente acudir a dermatólogo para que realice su diagnóstico.
FUENTE: Mejorconsalud.as.com
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