Desayuno, almuerzo y cena, son los tres momentos "clásicos" de ingesta de comida de una persona en un día normal, pero que no siempre se cumplen a cabalidad.
Las exigencias del mundo moderno parecieran cada vez quitarnos más tiempo —o bien nosotros mismos le restamos tiempo a actividades que ya no nos parecen prioritarias—, lo cual ha afectado ciertas costumbres que antes teníamos tan arraigadas, como el sentarnos a comer.
Si bien el qué comer es fundamental para nuestra salud, el cuántas veces hacerlo también influye de manera importante.
"No hay un número establecido desde el punto de vista del patrón médico (...) pero en cuanto mejor distribuimos la ingesta, hay mejor rentabilidad energética", aseguró Giuseppe Russolillo, director de la conferencia mundial de dietética y presidente de la Fundación Española de Dietistas y Nutricionistas al diario español ABC.
Por otro lado, mantener periodos de ayuno durante el día es importante.
Según Susana Monereo, secretaria de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad, "no se puede estar comiendo continuamente". "Si se mantienen los niveles de azúcar y de grasa en sangre siempre altos se puede estropear el metabolismo. La sangre tiene que limpiarse y por eso es necesario ayunar", indicó la profesional.
El número de ingestas depende muchas veces de un factor cultural, pero es importante mantener un orden entre comidas, tratando de que los periodos de ayuno no sean tan largos, lo cual podría causar un hambre desmedida y un consumo excesivo de calorías.
Fuente: 24horas.cl