El consumo del alcohol está muy arraigado como complemento de celebración, salidas con amigos, para evitar la tristeza, te hace más sociable o simplemente por ocio principalmente en los jóvenes.
A diferencia de otras drogas, el peligro que el alcohol representa no está tan presente en la mente de los jóvenes o no tan jóvenes que recurren a estas bebidas, que piensan que los problemas relacionados a este solo afectan a las demás personas.
Como en otras drogas, los hombres son mayores consumidores de alcohol que las mujeres, se cree que los hombres buscan el efecto euforizante que la bebida puede ofrecer, mientras que las mujeres lo beben como una solución para el estrés o depresión.
Sin embargo las mujeres son las que sufren directa o indirectamente algunas de las consecuencias que el alcohol provoca, por una parte son más susceptibles a emborracharse con menores cantidades, esto por razones biológicas y también pueden sufrir violencia de género, ligado indirectamente con el alcohol y un consumo irresponsable de alguna figura masculina en su vida.
¿Cuándo deja de ser divertido?
Beber alcohol como acompañante social y en un consumo responsable puede ser muy divertido, por el contrario su consumo se vuelve preocupante cuando:
- Una persona decide recurrir al alcohol cuando está sola
- Con un estado de ánimos negativo
- Lo hace en ayunas o fuera de las comidas
- No puede estar en reuniones sin beber
- Sufre de irritabilidad, celos y desconfianza
- Su rendimiento académico o laboral disminuye
- Se siente culpable en momentos de lucidez
- Miente sobre la cantidad de alcohol que consume
Lo que sucede en estos casos, es que el alcohol se ha convertido en el centro de la vida de la persona, por lo que no puede pasar momentos sin pensar en la bebida, es su eje de emociones y actividades lo que puede traer consecuencias a sus vidas.
Consecuencias
El consumo excesivo de esta sustancia puede causar enfermedades crónicas y otros problemas como:
- Alta presión arterial, enfermedad cardiaca, accidentes cerebrovasculares, enfermedad del hígado y problemas digestivos
- Cáncer de mama, boca, garganta, laringe, esófago, hígado, colon y recto
- Problemas de aprendizaje y memoria, como demencia y bajo rendimiento escolar o laboral
- Problemas de salud mental, como depresión y ansiedad
- Problemas familiares, problemas relacionados con el trabajo y desempleo
El consumo de alcohol de forma moderada en personas adultas no tiene por qué ser un problema si se encuentran sanas, sin contraindicaciones, una dieta correcta, pueden decir “no” a beber en ciertas situaciones como al conducir.
Si una persona no bebe, se recomienda que no lo haga y a no forzarle a hacerlo, existen otras personas que beben solo en compañía, en celebraciones y de forma moderada, a las que se les recomienda que sigan así, ya que el consumo del alcohol no interfiere en su vida.
Sin embargo las personas que consumen alcohol con estados de ánimo bajos, si pone en riesgo su salud o si no puede controlar su consumo, se recomienda la búsqueda de ayuda en centros de rehabilitación u otros programas que se consideren pertinentes.
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