Las dietas funcionan para perder peso, el reto verdadero es mantener el peso perdido. Y es que a largo plazo suele ocurrir algo que se conoce como “efecto rebote”, es decir, recuperar más peso, incluso más del perdido cuando se vuelven a los hábitos anteriores.
El “efecto rebote” puede llevar a las personas que intentan adelgazar a un bucle de pérdida y ganancia de peso que puede ocasionar malestar físico así como psicológico debido al sentimiento de frustración. Es por ello que se recomienda acudir a un profesional que asesore las dietas que debemos realizar para lograr nuestro objetivo.
¿Por qué se produce el efecto rebote?
En una persona sana, la pérdida de peso ocurre cuando el cuerpo quema más calorías de las que ingiere. Para obtener energía adicional, utiliza las grasas que acumulamos. Por eso, cuando alguien quiere adelgazar, generalmente planifica una dieta hipocalórica, es decir, baja en calorías para que su cuerpo consuma la energía residual a través de sus reservas.
Sin embargo, este proceso no es tan simple, ya que nuestro cuerpo es una máquina muy compleja y sofisticada que tiende a adaptarse a las circunstancias. Así, tras un periodo de reducción calórica más o menos intensa, nuestro organismo reacciona adaptando su metabolismo a las calorías consumidas.
En otras palabras, gasta menos energía que antes para realizar todas sus funciones. Por eso, además de perder menos peso a medida que avanza la dieta, una vez que volvemos a los hábitos previos a la dieta, recuperamos rápidamente más peso perdido.
Esta es una de las razones por las que, en general, las dietas de larga duración no suelen funcionar si no van acompañadas de un cambio de hábitos que se mantenga en el tiempo y si no van acompañadas de algún tipo de ejercicio físico.
¿Cómo evitar el efecto rebote?
Evitar las dietas de moda
Evitar a toda costa las dietas que se ponen de moda en redes sociales como “la dieta de la manzana”, “la dieta de la piña”. Este tipo de dietas además de prometer una pérdida de peso que es insostenible, suele tener consecuencias negativas para la salud.
Acudir al nutricionista
Este profesional es el más adecuado para hacer que tu dieta sea equilibrada y saludable además de ayudarte a perder peso, y por otro, irá adaptando tu dieta a tus necesidades y a tu pérdida de peso.
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Debes hacer una dieta fácil de seguir
No se trata de restringirte, es ideal hacer una dieta lo más adaptado posible a los gustos y hábitos de la persona que la hará.
Perder peso progresivamente
Es probable que veas mayores cambios al empezar con el proceso de pérdida de peso, pero es recomendable intentar que sea progresiva. De este modo aunque el proceso se alargue, este será más llevadero y es menos probable que el organismo se adapte a la reducción calórica.
Construir hábitos en lugar de seguir dietas
No servirá de nada el seguir una dieta por un tiempo específico si volvemos a caer en los hábitos que nos llevaron a tener un peso elevado. Llevar una dieta saludable no implica obsesionarte con cada caloría ni restringir lo que ingieres, sino llevar una dieta equilibrada, rica en frutas y verduras, proteínas saludables, hidratos integrales, frutos secos y también puedes permitirte caprichos de vez en cuando.
Hacer ejercicio
Cuando se quiere perder peso hacer ejercicio es algo indispensable, ya que se minimiza la pérdida de masa muscular en el proceso. Cuanta más masa muscular más calorías necesita el cuerpo para funcionar correctamente.
Por eso, es tan esencial hacer ejercicio aeróbico que favorezca la pérdida de peso como ejercicios de fuerza, que son los que nos ayudarán a mantener y tonificar nuestra musculatura y a aumentar la tasa metabólica basal, lo más importante para evitar el temido efecto rebote.
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