La presión alta es un problema en el que las venas más pequeñas se estrechan o las arterias pierden su elasticidad general, lo que obliga al corazón a bombear con más fuerza para abastecer de sangre a todos los órganos.
Podemos resumir en 10 pasos los cuidados imprescindibles de una persona con hipertensión arterial:
1. Monitorear tu presión regularmente, sin obsesionarse, procurando que esta revisión sea siempre a la misma hora y en condiciones semejantes. Es muy útil aprender a medir la tensión o contar con alguien que ayude a utilizar alguno de los instrumentos diseñados para esto.
2. Practica una rutina de ejercicio adecuada a tu edad, ya que esta actividad favorece la buena circulación sanguínea, ayuda a lograr oxigenación adecuada y eliminación de grasas, además de que fortalece al corazón.
3. Elimina hábitos dañinos asociados con el padecimiento, como consumo de alcohol y tabaco, pues son estimulantes que aceleran el ritmo cardíaco y favorecen la hipertensión.
4. Disminuye el consumo de sal; esto se debe a que grandes dosis de sodio ocasionan retención de agua, por lo que aumenta el volumen de sangre y la fuerza con que el corazón debe bombearla, ocasionando presión arterial alta.
5. Modifica tus hábitos alimenticios: incrementa el consumo de legumbres (ricas en potasio, calcio y magnesio, que son minerales que facilitan la eliminación de sodio) y alimentos ricos en fibra, como frutas con cáscara (favorecen la eliminación de colesterol antes de entrar al torrente sanguíneo).
Reduce el consumo de carnes rojas y sustituye por carnes blancas, sobre todo pescado. Es muy recomendable seguir una dieta mediterránea, que tiene como base el aceite de oliva, cereales integrales, verduras y otros productos que protegen al corazón.
6. Pierde peso, pues incluso las reducciones modestas son benéficas para disminuir los niveles de colesterol y te sientas mejor. Se evitará alimentación copiosa y se limitará el aporte de hidratos de carbono (postres, pastas, pan) y grasa.
7. Regula la tensión y estrés, ya que ambos producen hipertensión; procura una vida tranquila para controlarte mejor y, de ser necesario, utiliza estrategias o rutinas de relajación: acostado o sentado, respira profundamente 3 ó 5 veces, y relaja tus piernas, tronco, brazos, cabeza y cuello.
8. Toma puntualmente las medicinas que el médico te recete, sigue estrictamente los horarios y dosis indicadas; nunca abandones el tratamiento (aunque los valores al tomar la presión hayan vuelto a la normalidad), salvo orden del especialista.
9. Determina con exactitud los niveles reales de colesterol en sangre, a través de exámenes de laboratorio interpretados por el médico. El exceso de grasa disminuye la capacidad de elasticidad de los vasos y propicia mayor fuerza de contracción del corazón.
10. Acude periódicamente al médico familiar para que siga la evolución del padecimiento, a la vez que aclarará dudas y proporcionará nueva información de interés. Durante la visita, el paciente informará sobre cualquier circunstancia extraña que pudiera aparecer a lo largo del tratamiento.
Son medidas sencillas que te ayudarán a cumplir satisfactoriamente con el control de tu presión y llevar una vida normal.