La Organización Mundial de la Salud afirma que el 60 por ciento de los niños con sobrepeso lo serán de mayores y que esto puede provocar factores de riesgo cardiovascular, diabetes tipo 2, desórdenes mentales e, incluso, baja autoestima.
Esto no solo afecta a los países de ingresos bajos o medianos, sino que también a los países desarrollados.
Como solución a esta situación, piden medidas gubernamentales, como detener la publicidad y la comercialización de alimentos no saludables o sancionar a las bebidas azucaradas, así como la ayuda que proporcione la propia familia, entre otros.
Tomar un desayuno sano y equilibrado. Los nutricionistas recomiendan ofrecer un desayuno compuesto por alimentos que sean de absorción lenta, en lugar de uno rico en azúcares, y aporten una cantidad de energía suficiente durante el día para mejorar el rendimiento escolar.
Controlar las cantidades de azúcar ingeridas. La cantidad de calorías diarias recomendada no debe ser mayor del diez por ciento, ni menor del cinco por ciento. Se debe vigilar el problema de los azúcares ocultos que aparecen en los etiquetados con los sobrenombres como: concentrado de zumo de fruta, miel, lactosa, glucosa, jarabe de maíz de alta fructosa, sacarosa, dextrosa, jugo de caña, malta, melazas, etil maltol y maltodextrina.
Hacer una hora de ejercicio diario y beber mucha agua. Se debe realizar actividad física deportiva al menos cuatro veces a la semana durante una hora al día. Es aconsejable no obligar al niño a practicar deportes que exijan demasiado esfuerzo, sino motivarle a que participe en actividades deportivas y juegos en equipo que ayuden a la socialización y sean buenos para su autoestima.
Pasar menos tiempo delante de una pantalla. Según algunos estudios, los niños pasan una media de dos horas y media al día viendo la televisión, jugando al ordenador o a otros dispositivos móviles. Para mantenerse físicamente activos, al menos durante la hora diaria recomendada, conviene que dediquen ese tiempo a salir a caminar, a correr a nadar o a montar en bici.
Enseñar a los niños la cultura nutricional. Hay que darle al niño la cantidad de comida justa y no ofrecer los alimentos como premio o castigo, ya que podría asociar los dulces como alimentos buenos y las frutas y verduras como malo.
FUENTE: Cuidateplus.marca.com
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