Este 1 de octubre, felicitamos a todos los niños salvadoreños en su día, y qué mejor manera de hacerlo que compartiendo las claves para que eduques a tu hijo y lo hagas sentir feliz. La felicidad de un niño puede hacer la diferencia en su futuro.
Comunicación ante todo
Aunque pases ocupado o llegues cansado de tu trabajo, debes reconocer que atender a tus hijos debe ser una de tus prioridades. Por eso, tienes que establecer un canal de comunicación con ellos a través de actividades como el juego, el baile, el dibujo, la música, la cocina, o simplemente viendo una película o compartiendo un cuento infantil.
Ser un buen perdedor
Muchos niños se frustran por diferentes situaciones en su vida. Como padre, debes enseñarles a aceptar sus errores de una forma constructiva y positiva, y sobre todo a que deben aprender a perder. A través de los límites se puede enseñar a un niño sobre lo que es más o menos importante, y qué es lo que esperas de ellos.
Déjalo expresarse
Nunca reprimas sus sentimientos, déjalo que exprese sus emociones o sus enfados. Si lo haces puedes generarle inseguridad y miedo a mostrarse tal y como es. Debes enseñarle a respetar sus emociones, y sobre todo, a buscar soluciones.
Valores para toda su vida
Aprecia a tu hijo por sus virtudes morales. Enséñale a compartir, a ser amigo, a ser responsable con sus cosas, a tener disciplina con sus tareas, etc. Estos valores son los que le quedarán para su vida adulta.
Nunca compares
Por todos es conocido que las comparaciones son odiosas. No compares a tu hijo con otros niños, amigos o hermanos. Acéptalo tal y como es, con sus virtudes y defectos. Recuerda que nadie es perfecto.
Palabras que tienen poder
Si le dices continuamente a tu hijo que él “es malo”, que “siempre hace todo mal”, lo que conseguirás es bajar su autoestima, y no animarle a que se esfuerce para mejorar. Debes animarlo de manera asertiva.
Ponerse en los zapatos de otros
Enseña a tu hijo a ponerse en el lugar del otro. Que no busque hacer a los demás lo que no le gustaría que hiciesen a él. Con esto te ahorrarás muchos problemas en la escuela.
Gratitud en todo momento
¡No hay mejor actitud que la del agradecimiento! Inculca a tu hijo a reconocer y a agradecer por todo lo que tiene, de corazón. Es importante que él sepa que es un niño privilegiado, que tiene unos papás que le quieren, una casa en que vivir, comida, escuela, amigos, salud, entre otras cosas.
Ser padres es el trabajo más gratificante del mundo, pero también está lleno de mucha responsabilidad, recuerda que tu hijo merece las mejores atenciones, tal como lo expresó la escritora Concepción Arenal: “El amor es para el niño como el sol para las flores; no le basta pan: necesita caricias para ser bueno y ser fuerte”.
Fuente: Guía Infantil.