Dos pacientes con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) en Boston (EE.UU.) no muestran signos del virus en la sangre tras recibir un trasplante de médula ósea, reveló uno de los médicos que les ha tratado.
En el marco de la Conferencia de la Sociedad Internacional del Sida que se celebra en Malasia, el científico Timothy J. Henrich indicó que los dos pacientes no muestran signos de VIH después de parar su tratamiento antirretroviral hace unos meses, según publica hoy el diario “The Star”.
Henrich precisó que no se puede hablar de curación de los pacientes, quienes también padecen cáncer, a la espera de que sean sometidos a más pruebas.
“Un seguimiento de al menos un año será necesario para entender el impacto total de un trasplante de médula ósea en el virus del sida”, manifestó el científico, que también es profesor en la Escuela Médica de Harvard.
Ambos pacientes padecían linfoma de Hodgkin y llevaban un largo periodo sometidos a un tratamiento antirretroviral.
Uno de ellos recibió el trasplante hace cuatro años y medio, mientras que el otro lo recibió hace tres años.
Los dos continuaron con el tratamiento contra el sida, pero uno lo abandonó hace quince meses y el otro hace siete.
Entonces, el VIH, que antes del trasplante era fácilmente detectable en la sangre de los hombres, se volvió indetectable.
El doctor Henrich explicó que las células del donante habrían sustituido a las de los pacientes.
El médico comentó que de momento sólo los pacientes de cáncer reciben trasplantes de médula ósea, considerada muy costosa (unos 100.000 dólares) y con un índice de mortalidad de entre el 15 y el 20 por ciento.
Henrich también afirmó que el caso es distinto del estadounidense Timothy Ray Brown, ya que éste se curó del sida al recibir una médula ósea de una persona con resistencia al virus. / EFE