Cada año mueren 37,000 personas en Centroamérica a causa de la contaminación del aire en el hogar (CAH), es decir, por el humo de las cocinas de leña, informó el Gobierno de Nicaragua con base en un estudio del Banco Mundial.
El CAH produce bajo peso al nacer, neumonía infantil y enfermedades pulmonares crónicas en las mujeres de Centroamérica, advirtió el funcionario nicaragüense.
Nicaragua lleva la delantera en el tema de los cambios de hábito en el uso de leña en Centroamérica, ya que este año empezó a implementar la Estrategia Nacional de Leña y Carbón Vegetal, señaló en el evento el coordinador del programa Desarrollo Energético de la Cooperación Alemana (Endev-GIZ), Klaus Hornberger.
El plan de Nicaragua consiste en transformar la cultura del uso de la leña en el país, a través de capacitaciones a campesinos, formación de cooperativas, programas de reforestación, manejo de la leña y uso de estufas eficientes.
En Nicaragua, donde el consumo de leña para producir calor compite con el consumo de petróleo, existe un especial interés porque las cocinas nicaragüenses desperdician el 60% del calor que generan, esencialmente por su mal diseño, anotó Hornberger.
El principal reto será encontrar un método para que las personas que dependen de la leña obtengan beneficios inmediatos por manejar sus bosques, en vez de cortarlos, para que no tengan que esperar hasta 10 años para sacarles beneficio, dijo, por su lado, el científico y ecólogo nicaragüense Jaime Incer Barquero, quien realizó un estudio sobre el uso de la leña en Nicaragua.
Otro problema que se plantea el Ejecutivo nicaragüense es masificar el uso de estufas eficientes.
Unos 20 millones de personas en Centroamérica utilizan leña como combustible para cocinar, según los datos del Banco Mundial.
ACAN-EFE