Los berrinches forman parte de su vida cuando tiene un niño en edad preescolar. Su mejor defensa es evitar en la medida de lo posible aquellas situaciones que provoquen una pataleo. Aunque es fácil decirlo que hacerlo, es importante tomar algunas de las siguientes recomendaciones que le pueden ayudar.

Planifique salidas para después de la comida o siesta
Es más probable que a su hijo haga un berrinche si está cansado o hambriento, así que procure dejar las salidas al supermercado u otro lugar para después de la comida y la siesta, y  siempre tenga a la mano un refrigerio.

Explique a su hijo el destino que llevan
La frustración también provoca berrinches. Si sabe que su hijo insistirá en visitar la tienda de animales cuando vayas al centro de la ciudad, considérelo hasta dos veces. Esto no es someterse a su hijo, sino predecir cómo reaccionará y sopesar las posibles consecuencias y las alternativas.

Aléjese del lugar
Claro que evitar un berrinche no siempre es posible. Una vez que comienza el enojo, es difícil razonar con su hijo. Si encuentra embarazoso un berrinche en público, lo mejor es que se vaya del lugar. Si se enoja o lo castiga, eso no mejorará la situación y sólo hará que se disguste aún más. Recuerde que lo mejor que puede hacer es mantener la calma. Irse del lugar ayuda a todos, incluso si significa que tendrá que ir más tarde a la tienda para terminar de hacer la compra. Si no puede marcharse del lugar, procure alejarse un poco. En lugar de permitir que tenga un berrinche en la sala de espera del dentista, por ejemplo, al menos salga al pasillo o al parqueo.

Un abrazo siempre es bueno
Cuando se le pase el berrinche, su hijo necesitará que lo abrace y le haga sentir seguro, ya que perder el control puede asustarlo. Puede abrazarlo pero no cambie las reglas después de un berrinche. Si le dijo que era hora de irse del parque y respondió con un berrinche, sigue siendo hora de irse cuando se le pase el berrinche. Pero una vez que sabe lo intensos que son sus sentimientos, puede reconocerlo y procurar hacer que la partida sea menos dolorosa, ofreciéndole leerle su cuento favorito cuando lleguen a casa.

Controle la situación
Tenga en cuenta que el berrinche de su hijo no es asunto de nadie más que suyo. Muchos niños de esta edad todavía tienen berrinches y algunos de ellos van a producirse en público. No significa que sea mala madre, sino que es la madre de un niño de tres o cuatro años. Es posible que la gente se les quede mirando, pero es muy posible que simpaticen con ustedes, y no que sean críticos. Sin importar si le miran o no, recuerde que su hijo no comprende su vergüenza; no hace berrinches en público para humillarle, así que trátelo de la misma manera que lo haría si el berrinche ocurriera en la casa.
Piense que la frecuencia de los berrinches disminuirá según su hijo vaya madurando. Hasta ese momento, no se alejee demasiado de su casa, a menos que estés lista para salir deprisa de cualquier sitio.

Fuente:
BabyCenter Español