En nuestra rutina diaria, antes de esta cuarentena, habíamos aceptado como "normal" que las personas vivieran estresadas. Sin embargo, al ver las consecuencias en su salud, muchos comenzaron a ocuparse en bajar esos niveles de estrés, porque comprendían que les estaba afectando en general su calidad de vida.
https://giphy.com/gifs/lisa-vertudaches-animation-bert-all-about-3oEduR6BxaE9undCIU
En estos momentos que estamos atravesando por una situación nunca antes vivida por nuestra generación, nos encontramos ante un exceso de preocupación e incertidumbre por lo desconocido, por estar a la espera de lo que suceda, por ver noticias catastróficas, por el miedo al futuro mismo, a las consecuencias económicas, miedo a que algún familiar se infecte y fallezca, etc. Y como resultado, las personas están experimentando una combinación de miedo y ansiedad e inclusive depresión, llevando a muchos a tomar antidepresivos y antiansiolíticos, que no resuelven la situación en sí.
Más allá de enfrentarnos al COVID19, nos encontramos ante una pandemia de pánico, y es en esto donde podemos y debemos trabajar urgentemente.
¿Cómo?
Los ataques de pánico se caracterizan por la aparición súbita de un miedo intenso, un malestar intenso que alcanza su máxima expresión en minutos y produciendo un aumento de la frecuencia cardíaca, sudoración, temblor, incluso dificultad para respirar, sensación de ahogo, mareo, escalofríos, hormigueos.
Te puede interesar: Consejos de una astronauta para sobrellevar la cuarententa
En esos momentos hay quienes llegan a tener miedo a perder el control de sí mismos y morir. Aunque nada de esto suceda en verdad, todo es resultado de ese miedo que hemos alimentado en nuestras mentes y que si seguimos sosteniendo, entonces sí puede causar muchísimos problemas en nuestra salud mental, emocional y física.
Una persona que viva con miedo sostenidamente, puede tener un peligroso coctel de emociones, como ansiedad, pánico, victimización, desesperanza y pérdida de control, lo que lo lleva a producir más hormonas de estrés, especialmente el cortisol y la adrenalina, que son supresoras de la respuesta inmune, poniéndolo en riesgo no solo de contraer el virus, sino cualquier otra enfermedad. Por tanto, es urgente que cada individuo, que cada familia tome consciencia de que tan sumergido se encuentra en esta dinámica, y comiencen a tomar el control de sí mismos.
Precisamente, porque hoy más que nunca debemos tener un sistema inmunológico fuerte, no solo para prevenir que el virus nos infecte, sino para que en caso de que llegara a nosotros, podamos responder en forma rápida y eficaz, combatiéndolo como una simple gripe y sin necesidad de pasar a las etapas más severas. Eso solo dependerá de nosotros y de que tan fortalecidas tengamos las defensas de nuestro cuerpo, que son el resultado de una mente positiva y enfocada, una emoción estable, una alimentación adecuada de todos nuestros sentidos.
Además: De esta manera puedes proteger tu salud mental durante la pandemia de COVID-19
Es urgente y necesario, que incorporemos en nuestra vida cotidiana herramientas que ya existían, pero que a lo mejor pensábamos que no las necesitábamos, tales como:
- Técnicas de respiración
- El uso de la visualización creativa para equilibrar nuestro cuerpo, ya que nuestras células responden a nuestros pensamientos
- Meditación y silencio
- Yoga – Tai Chi
- Contacto con la naturaleza a diario
Esto nos ayudará a estar en óptimas condiciones mentales, emocionales y físicas, no solo para enfrentar la situación actual, sino lo que venga después de este confinamiento.
Fuente:
Diana Basto
Postgrado Bioneuroemoción
Fundadora Vivo Bien
Instagram: @vivobien.life