Según datos de la Organización Mundial de la Salud, son más de 346 millones de diabéticos quienes deben buscar una alternativa apropiada a la glucosa.
Es así como los sustitutos del azúcar aparecen, “ellos brindan la sensación dulce en el paladar sin que afecte su organismo, además tiene menos calorías que el azúcar de mesa”, asegura Dulia Contreras, doctora colaboradora de la Asociación de Diabetes de El Salvador.
Algunos edulcorantes, sin embargo, son mejores opciones que otras. Analizamos las opciones más conocidas.
Sucralosa: Conocida como “Splenda”, es 600 veces más dulce y es considerada por la FDA (Departamentos de Control de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos) como uno de los más seguros. Contreras añade que es ideal para poderse someter a altas temperaturas como en bebidas caliente o preparación de postres.
Sacarina: Comercializada bajo la marca Sweet´n Low, el consumo de este edulcorante no debe ser mayor a cuatro sobres ya que el cuerpo no es capaz de digerirla, así que un consumo elevado puede conducir a problemas estomacales.
Stevia: extraído de la planta, este edulcorante es de 200 a 400 veces más dulce que el azúcar, sin embargo, antes de consumirlo debe consultar con su médico, ya que no ha sido estudiado a profundidad.
Aspartame: vendido en marcas como Equal y Nutrasweet, este ha sido el que más ha generado controversias, para el nutricionista Guillermo Rodriguez Navarrete, este edulcorante presente en casi todos los productos “light” es cancerígeno a largo plazo, mientras que otros estudios avalan su consumo.