Desde que se inventaron las vacunas existe temor sobre los posibles efectos secundarios que estas pueden tener en los niños. Un miedo que fue exacerbado hace 15 años con un estudio publicado -y ahora retirado- en la renombrada revista científica The Lancet relacionaba el autismo con la vacuna triple (sarampión, rubeola y paperas).
A pesar de que tanto la investigación como su autor fueron desacreditados por la comunidad científica, el legado del doctor Andrew Wakefield sigue vigente. Y en el oeste de Reino Unido lo están sufriendo en carne propia. Gales está viviendo una epidemia de sarampión en niños de 10 a 15 años que -según expertos- cuenta con más de 1.000 infectados y, de no actuar enérgicamente, podría llegar a afectar a un millón de personas.
Esta cifra puede parecer insignificante si la comparamos con los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que indican que en el mundo unas 160.000 personas mueren al año de sarampión.
La diferencia es que en el caso británico los niños no fueron vacunados por una decisión libre. Mientras que en gran parte del mundo en desarrollo el problema radica en la falta de acceso a la vacuna.
Responsabilidad social
Otra crítica a la decisión personal, o familiar, de no vacunar a los hijos es la implicación que tiene en la sociedad.
En el caso del sarampión, es una de las enfermedades virales que más fácilmente se transmite, por lo que las epidemias se desarrollan rápidamente.
"El sarampión te baja las defensas, te crea un estado de inmunodepresión y las complicaciones, como la neumonía, están dadas por eso", le explica a BBC Mundo la pediatra Lourdes Orta, de Hospital de Manacor en Mallorca, España.
La especialista agrega que existe una responsabilidad de salud pública en la decisión de no vacunar, "pues afectas a los demás si los tuyos no están vacunados".
"Ésta es de las cosas que me hacen dudar, pero el tema es que si hiciera lo contrario tampoco me sentiría cómoda", confiesa Ramírez.
Entre tanto, en Reino Unido algunos de los padres cuyos hijos se han visto infectados durante la actual epidemia de sarampión han mostrado su arrepentimiento por no haber tomado la decisión de no vacunar.
BBC.