Convertir residuos en complementos de ropa es la apuesta de la última colección de la diseñadora Hoyan Ip, que presenta en Hong Kong su última propuesta, elaborada con restos de alimentos.
Arroz hervido, sopa de vegetales o pasta son algunos de los elementos que Hoyan ha empleado para la elaboración de su última colección, llamada "Bio-adornos". Botones, hebillas, bolsos y cuellos para camisas forman parte de la colección de esta diseñadora de origen inglés, que produce con residuos de alimentos que ella misma recoge entre familiares y amigos durante semanas antes de comenzar su proceso de producción.
Los alimentos se someten a un proceso de secado, posteriormente se recubren con un aglutinante y se colocan en moldes con las formas deseadas para, después, volver a secarlos.
Para Hoyan, su propuesta no solo es innovadora sino que con ella pretende impulsar un cambio positivo, "en este caso, sobre la forma en que pensamos sobre la comida y nuestros hábitos de comer", explica a Efe.
"Los residuos de comida generan un problema económico y de medioambiente del que todos debemos hacernos responsable", señala esta joven diseñadora.
"Mi intención -continúa- es establecer una conexión entre la comida y la industria de la moda; siempre he cuestionado lo que el futuro depara a esta industria, en la que no hay nada nuevo, ya que las tendencias se imitan temporada por temporada. Cada vez hay más diseñadores emergentes y más prendas en el mercado".
Con la idea de convertir el mundo de la moda en un negocio más sostenible y ético, Hoyan comenzó a experimentar con la comida en 2010 mientras estudiaba un máster de moda en Londres.
En ese momento quería comprobar si el uso de los residuos de alimentos devaluaría sus productos o añadiría un valor ético en la sensibilización sobre el desperdicio y la escasez de alimentos.
El año pasado, después de pasar varios meses en su cocina secando, cociendo y mezclando restos de comidas que había recogido, dio con la receta secreta para convertir estos residuos en materiales duraderos de uso para la industria de la moda.
De ahí llegó su colección "Bio-adornos", que el año pasado tuvo su hueco en la semana de la moda de Londres. Ahora, sus diseños han cruzado fronteras y se exponen en un centro comercial de Hong Kong hasta el próximo 24 de febrero, con motivo del Año Nuevo Chino.
Tras probar con docenas de diferentes alimentos, Hoyan llegó a la conclusión de que aquellos ricos en carbohidratos y la comida china funcionan mejor. Pero en sus colecciones también emplea semillas, verduras, y salsas que una vez sometidas a su "receta secreta" conservan su color natural.
Si bien admite que su cocina -que se convirtió en una fábrica de alimentos de residuos durante los nueve meses que experimentó hasta dar con la técnica- desprendía olores, el resultado final son productos inodoros que, además, tienen el valor añadido de ser biodegradables.
La calidad y la textura que adquieren sus complementos, como los botones, se asemejan a la de la porcelana, explica la diseñadora. Ahora, el siguiente paso para Hoyan es conseguir un revestimiento a prueba del agua para protegerlos de la humedad.
"Tengo la esperanza de poder desarrollar más esta técnica, que parte de la idea de reemplazar el metal estándar y adornos de plástico que no sólo son caros de hacer, sino que también generan un impacto ambiental", concluye. EFE
Un concepto realmente innovador