Existen numerosos factores que influyen a la hora de tener una cabellera de ensueño, como pueden ser los cambios hormonales, el estrés, la exposición excesiva al sol o los factores genéticos.
Todos ellos pueden hacer que el cabello pierda su volumen y brillo natural, llegando a mostrarse más frágil. Sin duda, el principal problema que puede haber relacionado con el cabello es la caída de forma más abundante de lo normal, generando lo que se conoce como alopecia o calvicie.
No se puede hablar de una única razón para la calvicie. Si bien la principal razón es la genética (de ahí el nombre de alopecia androgenética), hay otros factores que podrán desencadenar este proceso en mayor o menor medida y entre ellos destacan el estrés y la alimentación.
Por todo ello, tanto si queremos evitar en la medida de lo posible la caída del cabello como si nuestro objetivo es cuidarlo para que luzca sano y brillante, podemos incorporar sencillos hábitos diarios que nos ayuden a mejorar nuestra salud capilar.
Además de nutrirnos, existen algunos alimentos que son especialmente beneficiosos para el pelo. “Incluir en nuestra dieta alimentos ricos en vitamina A, B y C, así como hierro, zinc, magnesio, ácido fólico y yo nos ayudarán a mantener el cabello hidratado”, explica el Dr. Carlos Portinha, miembro de la Sociedad Europea de Investigación Capilar.
Para conseguir este aporte de nutrientes podemos incorporar en nuestra dieta alimentos como la zanahoria, la calabaza, el melocotón o durazno y el albaricoque, que además ayudan a la prevención de la caspa y la caída del cabello. “Y, por supuesto, beber mucha agua, que es imprescindible para hidratar la estructura interna del cabello”, añade el experto.
También debemos cuidar con especial atención a nuestro cuero cabelludo, ya que es la base donde se sustenta el cabello y, por tanto, hay que atenderlo con mucho mimo, ya que cualquier alteración en este tejido puede acarrear, entre otras cosas, caída capilar. “La elección del champú es algo fundamental, es muy importante elegirlo en función de cómo tenemos el cuero cabelludo y no la melena”, afirma el Dr. Carlos Portinha.
Por ese motivo, el experto recomienda el uso de champús nutritivos e hidratantes cuando la tendencia de nuestro cabello es más seca. Mientras que, si la tendencia del cuero cabelludo es grasa, recomienda mejor el uso de champús antigrasa.
Otro hábito sencillo que favorece la mejora de la salud capilar es la realización de un lavado y secado óptimos de nuestro cabello. Por eso es importante lavarlo con agua tibia, ni muy fría ni muy caliente. Además, muchas personas suelen secar primero su cabello frotándolo con una toalla, aunque según indica el doctor “el pelo mojado es muy sensible, y por este motivo es recomendable optar por gestos de presión para eliminar el exceso de agua, terminando de secarlo con la ayuda de un secador a un palmo de distancia del cuero cabelludo y en la primera posición de calor o frío”.
Por otro lado, cepillar el cabello de manera habitual, aunque no salgamos de casa, ayuda a mejorar la circulación sanguínea del cuero cabelludo y a evitar pequeños nudos en el pelo que dan lugar a la rotura capilar. También es muy importante dedicar un poco de tiempo a nuestro cabello antes de acostarnos. El Dr. Carlos Portinha recomienda “cepillarse el pelo antes de dormir para favorecer la circulación de la sangre, exfoliar el cuero cabelludo y eliminar restos de productos potenciando el brillo”.
Añade que “es muy recomendable dormir con una coleta o trenza suelta, o recogido con una pinza en la parte superior. De esta forma, se evitan los tirones de pelo mientras se duerme y reduce la tendencia a romperse” añade el doctor Portinha.
En definitiva, igual que existen rutinas para cuidar nuestra piel, es muy importante prestar la misma atención a nuestro cabello. Siguiendo estos pequeños y sencillos consejos estarás más cerca de lucir esa melena que siempre has soñado, mejorando además tu salud capilar.
FUENTE: Vidaysalud.com
Te puede interesar: Aprende a quitar las manchas de tinte de la piel
Los comentarios están cerrados.