La vida de una persona se representa en diferentes etapas donde la salud se ve afectada por diferentes aspectos. Esto lleva a la necesidad de profesionales que se especialicen en las diferentes etapas de la vida de las personas.
El concepto de geriatría incluye a todos los profesionales médicos responsables de la salud de las personas mayores.
En geriatría existen especialistas como médicos, auxiliares e incluso fisioterapeutas especializados. Aunque están estrechamente relacionados, la geriatría debe distinguirse de la gerontología. Este último estudia el proceso de envejecimiento humano y los problemas asociados con él. De ahí que la geriatría sea un área clínica de la gerontología.
Un especialista geriátrico entiende la interacción del envejecimiento con otras enfermedades crónicas y degenerativas. Además, conocen el uso correcto de múltiples fármacos utilizados por los ancianos y evitan el peligro potencial e involuntario de interacciones con estos.
La asistencia mantiene la capacidad de los pacientes para funcionar de forma independiente y mejora su calidad de vida, coordinando a múltiples especialistas involucrados en el tratamiento de pacientes.
Al mismo tiempo, ayudan a los familiares a tomar decisiones cuando las capacidades del paciente y su autonomía decaen, especialmente al final de la vida.
Te podría interesar: ¿Qué áreas de la salud ve un internista?
¿Qué enfermedades trata un geriatra?
Entre las enfermedades más importantes que un geriatra puede tratar están:
- Síndrome de arterioesclerosis
- Edema agudo de pulmón
- Insuficiencia arterial
- Osteoporosis
- Artritis reumatoide
- Hipertensión arterial
- Diabetes y desnutrición
- Ictus (Enfermedad cerebrovascular)
- Problemas auditivos y visuales
- Infarto
- Fibromialgia
- Glaucoma
- Enfermedades de demencia
- Insuficiencia cardiaca
- Bronquitis crónica
¿Quiénes necesitan ver al geriatra?
- Personas mayores de 65 años. Según las características de la persona y el diagnóstico, el geriatra recomienda actividades preventivas personales para conseguir un envejecimiento saludable.
También ayuda en la detección temprana de síntomas que indican mala memoria, disminución en la capacidad cognitiva, pérdida leve de función o la presencia de otros trastornos.
- Personas mayores de 65 años con 3 o más enfermedades crónicas. La tarea del geriatra es el correcto manejo de múltiples fármacos para frenar la progresión de la enfermedad y favorecer la autonomía del paciente.
- Pacientes mayores de 80 años con o sin enfermedad crónica. Debido a sus capacidades fisiológicas reducidas, estas personas están expuestas a enfermedades agudas que fácilmente requieren hospitalización para mejorarlas.
Los comentarios están cerrados.