La leche es uno de los alimentos de mayor importancia y que seguimos tomando a lo largo de nuestra vida, es un producto de origen animal catalogado en el grupo de los lácteos junto a sus derivados el queso, yogur, crema, etc.
Este producto tiene una buena fuente de calcio, vitaminas y proteínas de alto valor biológico, que se han asociado con la reducción de la mortalidad infantil y de enfermedades como la hipertensión arterial, la anemia o la obesidad.
Según la Organización Mundial de la Salud, sus múltiples beneficios hacen que sea recomendable comer de dos a cuatro porciones de productos lácteos al día.
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Esto sucede en tu cuerpo si dejas de tomar este tipo de leche
La leche no es un alimento imprescindible, pero es una forma muy eficaz de obtener calcio.
- En la leche y sus derivados, el calcio y la vitamina D destacan como nutrientes por su alta cantidad y biodisponibilidad. Estos dos micronutrientes están involucrados en el crecimiento y mantenimiento de los huesos, por lo que si los niveles de calcio son bajos, el cuerpo utilizará el calcio óseo para funcionar correctamente, reduciendo la densidad mineral ósea y debilitando los huesos, haciendo que sean más susceptibles a fracturas.
- También participan en la coagulación de la sangre, el metabolismo neuromuscular y energético, la función de las enzimas digestivas, la división neuromuscular y la diferenciación celular. Por estas razones, el consumo de estos minerales es fundamental, no solo durante el crecimiento y desarrollo, sino durante toda la vida.
- Otra ventaja del calcio en los productos lácteos es que se absorbe mejor con lactosa, vitamina D y una buena relación calcio/fósforo que se encuentra en la leche. Suspender los productos lácteos, por el motivo que sea (alergia, intolerancia, disgusto), dificultará la satisfacción de las necesidades de calcio.
- Si dejamos de tomar lactosa durante un periodo de tiempo prolongado, deja de producirse la síntesis de la lactosa y los alimentos que antes nos sentaban bien pueden comenzar a darnos problemas.
- Por otra parte, no comer lácteos podría también ayudar a mejorar la piel y reducir el acné.
- Algunas personas aseguran que dejar de consumir lácteos los ha ayudado con la pérdida de peso, la mejora en su digestión, y reducir la inflamación del tracto digestivo y a tener más energía.
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