A veces no es fácil comer saludable o más sano cuando tenemos niveles de estrés o pasamos por una situación emocional difícil. Algunos expertos en nutrición aconsejan cómo dejar de comer por ansiedad y alimentarnos sin contar calorías y conseguir nuestro peso.
Si buscamos "cómo dejar de comer por ansiedad" en Google aparecen casi 11 millones de búsquedas relacionadas acerca de ello o de los mejores trucos para vencer la ansiedad por la comida. Sin embargo, contrario a lo que puede parecer, comer (precisamente) sano es clave para reducir nuestros niveles de ansiedad, ya que está comprobado que el aportar nutrientes a nuestras células hace que disminuya considerablemente las señales de hambre.
Eso sí, es muy importante que sepamos que la principal función de la comida es alimentarnos, es decir, dar al organismo los nutrientes necesarios diarios. Lo secundario es el placer que encontramos en esa comida, ya sea por gusto o por nuestras emociones, como la felicidad, la tristeza, el estrés o la ansiedad, entre otros.
TRUCOS PARA EVITAR COMER POR ANSIEDAD
Cuando comemos por ansiedad, tenemos encendido el "piloto automático" y no pensamos en si lo que estamos comiendo está bien o mal, sino que buscamos calmar esa ansiedad causada por algo externo y escogemos normalmente opciones nada saludables: golosinas, galletitas, comida basura, dulces, chocolate... es decir, escogemos, sin ser conscientes en el momento, aquello que nos va a aportar placer. Algunos trucos que te pueden ayudar a vencer la ansiedad son:
- No tener en casa ningún alimento o producto "tentación" tipo chucherías, snacks salados, snacks o dulces ultraprocesados... Es decir, cualquier tentación. De esta forma, no caemos en ella.
- Ir a comprar siempre al supermercado cuando ya hemos comido, nunca ir con el estómago vacío, porque compramos con hambre y siempre vamos a recurrir a lo que más nos apetece en lugar de comprar lo saludable. Y si puede ser, siempre con una lista previa hecha en casa para ir a lo seguro.
- Tener en casa alternativas para los momentos clave en los que notamos esa necesidad de comer. Por ejemplo, tener a mano frutos secos, avena, fruta, alguna opción de postre casero elaborado con buenos ingredientes...
- Es esencial aprender a diferenciar entre hambre emocional, hambre mental y hambre fisiológica, y a partir de ahí saber gestionarlas. El hambre fisiológica aparece gradualmente, es paciente (puede esperar) y es causado por una sensación física real como vacío en el estómago, falta de energía, dolor de cabeza... El hambre mental alimenta el hambre emocional, y el emocional, aparece de repente por un estímulo: aburrimiento, ansiedad, nerviosismo, tristeza... Busca placer.
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GESTOS QUE TAMBIÉN CALMAN EL HAMBRE
Son muchos y muy variados los gestos y hábitos diarios que utilizan los expertos para vencer la ansiedad por comer. Como por ejemplo, tener tres alternativas placenteras que no sean nunca comer ni beber a la hora de tenerlas a mano cuando se nos presenta una situación de ansiedad con la comida.
Por ejemplo, "darnos un baño caliente, salir a correr, leer un libro que te guste o una serie. No obstante el truco más importante es diferenciar el hambre real del no real, y una vez que eso se diferencia ya podremos empezar, al menos, a dar los primeros pasos para controlar nuestra ansiedad.