Que un ojo mire al frente y el otro hacia otra dirección: es la señal más evidente del estrabismo, un trastorno ocular que también puede aparecer en la edad adulta, como explica el doctor Javier Hurtado en su manual “Soluciona tu estrabismo”.
Solemos asociar el estrabismo (tener un ojo desviado o torcido) con los niños. O, al menos, lo más habitual es pensar que este trastorno visual aparece durante los primeros años de vida.
Pero el estrabismo también puede aparecer en la edad adulta, y los síntomas que se asocian a él (además de la desviación del ojo) dan muchísimas pistas para saber si es un problema que acaba de surgir o si tus ojos ya lo sufrían pero tu cerebro conseguía compensarlo bien hasta ese momento.
El doctor Javier Hurtado, especialista en oftalmología pediátrica y estrabismo, explica de forma amena y sencilla todo lo que hay que saber sobre este trastorno cuando afecta a los adultos en su libro “Soluciona tu estrabismo”.
QUÉ ES EL ESTRABISMO
“El estrabismo aparece cuando un ojo está desviado y pierde el paralelismo con el otro. Es un problema que padecen 3 de cada 100 personas”, afirma el doctor Hurtado en su manual.
Que un ojo esté recto y el otro no hace que no puedan enfocarse en el mismo punto.
“Todos tenemos un ojo dominante, como las manos, así que el cerebro va a elegir normalmente el dominante para mirar de frente y el otro lo desvía. Y este ojo no dominante puede desviarse hacia dentro, hacia fuera, hacia arriba, hacia abajo o pueden darse combinaciones, con lo que tenemos ocho opciones que además pueden ser distintas según miremos de lejos, de cerca, arriba o abajo”, aclara el oftalmólogo.
El estrabismo puede hacer que, al leer, las palabras se crucen o, al conducir, las rayas de la carretera se junten
Pero eso no es todo: según explica el especialista no siempre es el ojo con estrabismo el que se desvía. A veces, incluso, puede no torcerse siempre el mismo, o hacerlo de formas diferentes.
La desviación, además, no tiene por qué ser constante.
“Puede ser que tu ojo se desvíe solo cuando estés cansado, al final del día, al beber dos copas, cuando estés enfermo, en días de mucha luz o después de muchas horas de ordenador”, ejemplifica el experto.
SI VES DOBLE, ES QUE HA APARECIDO DE ADULTO
Para el doctor Hurtado, sin duda, ver doble es el síntoma más claro de que el estrabismo se ha desarrollado en la edad adulta.
“Como adulto, a tu cerebro le falta una capacidad que tenía cuando eras niño: suprimir o anular un ojo. Cuando a un niño se le desvía un ojo, el cerebro apaga la imagen de ese ojo y el niño sigue haciendo su vida más o menos normal. Pero cuando a un adulto se le desvía un ojo, el cerebro no es capaz de anular la imagen y por tanto siempre hay dos imágenes”, aclara.
Además de visión doble, suele aparecer también cansancio visual y dolor de cabeza, debido al sobresfuerzo del cerebro, que tiene que procesar dos imágenes distintas que le llegan al mismo tiempo.
En cambio, si el estrabismo viene de la infancia el afectado no ve doble porque “la capacidad de anular el ojo con estrabismo se adquiere antes de los 13 años”, apunta el doctor.
Otras de las señales típicas de un estrabismo de origen infantil es que, además de la desviación del ojo, este puede bailar o moverse de forma disociada sin que la persona lo note.
EL ESTRABISMO TIENE SOLUCIÓN
A la hora de poner remedio al estrabismo en la edad adulta, lo más importante es el tiempo de evolución. “Es decir, si el estrabismo ha aparecido hace poco (menos de 6 meses) o hace mucho (más de 6 meses)”, remarca el especialista.
Cuando hace poco que lo sufres
Si ha aparecido hace poco, las dos posibles opciones, según el doctor Hurtado, son la terapia visual o las inyecciones de toxina botulínica.
La gimnasia visual se usa cuando la desviación se nota poco. Consiste en una serie de ejercicios, que no siempre son los mismos.
“El optometrista es el mejor profesional de la visión para hacer terapia visual”
Este tipo de terapia “ha demostrado científicamente mejorar un tipo de estrabismo: la dificultad para meter los ojos hacia dentro”, remarca el especialista. Para el resto, según el doctor Hurtado, que lleva 11 años dedicándose al estrabismo, también puede ser útil.
La toxina botulínica es la opción más adecuada si el estrabismo, pese a ser reciente, se nota bastante.
Esta sustancia es un relajante muscular y, en el estrabismo, el objetivo es debilitar al músculo que está más fuerte de lo normal. Durante el tiempo que duran los efectos de la inyección (unos 3 meses) el músculo que, de forma natural, está débil va a fortalecerse para compensar la debilidad del que ha recibido la inyección.
“Cuando se pase el efecto, esa rehabilitación es la que va a hacer que el resultado se mantenga”, remarca el experto. De hecho, “si a los tres o seis meses el ojo está recto, normalmente se mantiene toda la vida”, añade.
Si el estrabismo es crónico
Las gafas con prisma suelen ser la opción para tratarlo cuando no se nota mucho.
Lo que hacen este tipo de lentes es desviar la luz y, gracias a ello, se deja de ver doble. Aunque no soluciona el problema estético de los ojos torcidos, sí que logra combatir uno de sus síntomas más molestos.
Si tu ojo está ya muy desviado, hay que valorar una posible intervención quirúrgica para corregir el estrabismo crónico.
El objetivo de la cirugía es el mismo que el que se pretende con la toxina botulínica: debilitar unos músculos y reforzar otros. Para ello, en función del caso, durante la intervención se estira o se acorta la musculatura implicada en el estrabismo.
Tras la intervención lo habitual es estar 3 o 4 días con molestias: “puedes notar como si tuvieras pelos en los ojos, y te molestará algo la luz del sol. Por eso es recomendable que uses gafas para protegerte y que apliques lágrimas artificiales para aliviarte”, aconseja el experto.
Esta división en cuanto a las opciones de tratamiento es la que se da a nivel general, pero hay casos en que la posible solución al estrabismo puede no estar tan clara.
“La capacidad para ver qué tratamiento es el más adecuado para cada persona es algo que se adquiere con el tiempo y no es fácil”, matiza el oftalmólogo.
“El tratamiento del estrabismo puede ir desde no hacer nada (porque es algo que a nivel estético no preocupa y no provoca ningún síntoma) hasta la operación, pero tiene solución”, defiende el doctor Hurtado en su manual.