Al principio de la pandemia se estimó que cuando el 60-70% de la población estuviese protegida (bien por la vacuna o por haber pasado ya la infección) se podría volver a la normalidad (se consigue la inmunidad de grupo). De ahí que se hable del 70% de vacunados.
Hoy en día hay dudas al respecto. Aspectos como la protección de la vacuna para evitar la infección, el lento desarrollo de los programas de vacunación, el desconocimiento de la duración de la protección por la vacuna y la aparición de nuevas cepas hacen que este número se esté elevando hasta casi el 80-85%.
Para conseguir una buena inmunidad de grupo, la vacunación debe incluir todas las edades y regiones. Con las noticias sobre la seguridad de las vacunas se puede perder la confianza en ellas. Los más jóvenes, con menor incidencia de enfermedades graves, pueden hacerse reticentes a vacunarse.
También la demora en la vacunación de los niños nos puede retrasar esa esperada inmunidad de grupo. Además, los países, incluso los continentes, no somos islas, y los virus no entienden de fronteras. Por lo que también es importante conseguir coberturas elevadas en los países en vías de desarrollo.
Convivencia con precaución
Con todo ello, hemos de esperar que el SARS-CoV-2 haya venido para quedarse con nosotros, y hasta que el virus y nosotros nos ‘adaptemos a convivir’ habrá que mantener las precauciones. Una relajación de las medidas de contención del virus puede provocar incrementos de la enfermedad. Es importante, en esta contención de la enfermedad, ir siempre por delante.
Los modelos matemáticos muestran que los retrasos en la adopción de medidas de control explican el porqué de que en algunos países la pandemia haya afectado más que en otros. Es crucial aislar al virus, que tenga las menores oportunidades para esparcirse entre nosotros.
Por tanto la vacuna va a ser una herramienta en la prevención de la infección, pero de momento siempre aliada al distanciamiento físico mediante el uso de mascarillas y restricciones de contactos.
Javier Díez, Jefe del Área de Investigación en Vacunas, Fisabio