Mucha gente desconoce que nadar o bañarse con lentes de contacto puede conducir a una infección grave y a pérdida de la vista, afirman los expertos.
El caso de una mujer que perdió la visión en un ojo tras haberse contagiado al nadar con lentes de contacto en la piscina de un hotel, pone de manifiesto los riesgos de este trastorno.
Queratitis por Acanthamoeba es una rara y dolorosa infección causada cuando una ameba, que se encuentra en el agua de forma natural, invade la córnea del ojo.
La enfermedad causa sensibilidad extrema a la luz, la sensación de tener un objeto en el ojo, ojos llorosos, visión borrosa e inflamación del párpado.
Limpieza frecuente
La infección no es nueva y, aunque puede tener otras causas, desde los años 80 se la ha asociado con frecuencia al uso de estos lentes, porque la ameba es capaz de sobrevivir en el espacio entre el lente y el ojo.
Por eso los expertos advierten sobre la necesidad de desinfectarlos con frecuencia y de retirarlos cuando el usuario nada o se baña.
Según la Asociación Británica de Lentes de Contacto en Reino Unido, hay casi cuatro millones de usuarios de lentes de contacto, lo cual representa el 7,5% de la población adulta del país.
El doctor Parwez Hossain, especialista en Oftalmología en el Hospital General de Southampton, Inglaterra, "si una persona que usa lentes de contacto desarrolla una irritación en el ojo y sensibilidad a la luz y esto no se soluciona después de unas horas, es necesario que vean a un médico u óptico".
"Si el trastorno dura más de 24 horas es necesario consultar a un especialista oftalmólogo", añade el experto.
BBC Mundo