
La velocidad a la que Rusia se está moviendo para implementar la vacuna ha llevado a algunos medios occidentales a cuestionarse si Moscú está anteponiendo el prestigio nacional por sobre los hechos científicos sólidos y la seguridad de las personas.
Este lunes 3 de agosto se llevó a cabo la última revisión médica de los voluntarios que participaron en las pruebas clínicas de la vacuna.
Fue el Ministerio de Defensa el que informó acerca del desarrollo de inmunidad por parte de los voluntarios, a quienes se les aplicó la vacuna potencial.
'@GovernmentRF: The launch of mass production of a @Covid19 vaccine developed by the Gamaleya National Research Center for Epidemiology and Microbiology of the Russian health ministry is planned for September 2020
⚕️ https://t.co/2RyvBOSQOc #StopCOVID19 pic.twitter.com/NEvarFgiAU
— Russian Embassy in USA 🇷🇺 (@RusEmbUSA) July 31, 2020
Tras cumplirse el día 42 después de la aplicación, los voluntarios volvieron a acudir a la institución médica militar en la que se llevaron a cabo las pruebas.
Ahí, fueron sometidos a una revisión exhaustiva, tal y como establece el protocolo del experimento.
“Los resultados de las revisiones han demostrado con claridad la existencia de una evidente respuesta inmunológica obtenida como producto de la vacunación”, aseguran fuentes del Ministerio de Defensa.
Hasta el momento, según las mismas fuentes, no se ha detectado ningún efecto secundario o desviación en el funcionamiento del organismo de los voluntarios.
Estos resultados permiten, según el Ministerio de Defensa, que se asegure que la vacuna experimental rusa contra el COVID-19 es segura y posee buena aceptación por parte del organismo.
El director del Fondo de Inversión Directa de Rusia, Kirill Dmítriyev, espera que la vacuna sea registrada antes de 10 días.
“En ese caso adelantaremos a todos los otros países, incluido a Estados Unidos”, mencionó.