El vínculo que se genera entre un animal y la persona que le dio una segunda oportunidad de vivir es gigante. No se puede romper con nada. Traspasa todos los obstáculos que se encuentren en el camino. Incluso, va más allá de la muerte.
Una jirafa se despidió con un tierno beso de su cuidador llamado Mario. Él tiene cáncer en etapa terminal. No quería dejar este mundo sin darle las gracias por salvarla de la muerte. Sería la última vez que se verían. Un emotivo adiós.
¿POR QUÉ ENFERMAMOS DE CÁNCER?
Mario trabajó en el zoológico de Diergaarde Blijdorp en Holanda durante 25 años. El hombre, discapacitado psíquico y enfermo de cáncer en fase terminal no quiso irse de este mundo sin despedirse de las jirafas que limpió y atendió durante tantos años, según publica 'The Mirror'.
El joven se encargada de alimentar y cuidar de estos animales. Dicen que estos tienen un sexto sentido para detectar las enfermedades y fuese o no casualidad el destino quiso que una de las jirafas se acercara y se rozara la mejilla a modo de beso.
Para Mario, este momento fue muy especial. Sin duda, no se podría haber imaginado una despedida mejor.
La fundación Ambulance Wish se encargó de concretar esta reunión. Mario viajó hacia el recinto en compañía de voluntarios de la fundación. Logró hacer realidad su sueño, informó El Comercio.