En países subdesarrollados como el nuestro, el tema de desparasitación intestinal es de suma importancia, ya que es una condición endémica que afecta mayormente a los niños, dificultando el crecimiento y desarrollo adecuado.
“Los niños son la población más vulnerable, y tienen graves problemas en su desarrollo físico e intelectual, de ahí la importancia de tratar a los niños y evitar un deterioro en su crecimiento”, comenta el Dr. Bladimir Ayala, gerente de país de Pfizer.
El doctor explica que desde los dos hasta los cuatro años es recomendable comenzar a desparasitar a los niños, ya que en esa edad se llevan cosas a la boca y se exponen al parasitismo. Sin embargo, aconseja que el tratamiento se inicie con previo diagnóstico médico, una vez al año.
“Si bien se ha vuelto una práctica frecuente que los padres desparasiten por iniciativa y los medicamentos son seguros, por buenas prácticas médicas se recomienda que se haga un examen de diagnóstico de laboratorio y una evaluación clínica para un tratamiento más certero”.
Amigos indeseables
Los parásitos más frecuentes en la población son la llamada tríada del parasitismo intestinal en el que están la Ascaris Lumbricoides, Trichuris Trichiura y la Entamoeba Histolytica. Las sugerencias básicas para evitarlos son las buenas prácticas higiénicas, el acceso a agua potable, tener buena disposición de excretas, que exista una participación de los entes relacionados con la salud pública para promover medidas preventivas, y principalmente la buena educación y hábitos en el hogar.
Sintomatología de los niños con parásitos:
En lo físico: son más delgados, esto porque sufren procesos diarreicos crónicos, naúseas, vómitos, y que pueden llegar hasta cuadros de hospitalización, si no se tratan a tiempo o si no se cuidan bien los procesos.
En lo cognitivo: algunos estudios revelan que los niños que tiene parasitismo intestinal de manera severa, pueden tener una disminución de su índice de coeficiente intelectual hasta tres o más puntos que un paciente sano