En nuestra alimentación diaria ingerimos comidas que requieren diferentes procesos de conservación, ya sea porque las adquirimos frescas y queremos evitar su descomposición, o porque compramos comidas ya procesadas que requieren medidas especiales para conservarlas en buen estado.
Los métodos de conservación
Congelación: consiste en convertir en sólida el agua contenida en los alimentos, evitando de esta manera su descomposición y el crecimiento de bacterias. Las temperaturas seguras de congelación van desde los0 ºC, pero es a-18 ºCdonde se elimina el riesgo del crecimiento de microorganismos dañinos para la salud, principalmente en mariscos, pollo, carnes y alimentos que se desee preservar luego de haber sido sometidos a cocción.
Riesgo: Algunos alimentos pueden perder un porcentaje de su valor nutricional, pues son las frutas y vegetales los alimentos que contienen vitaminas y minerales hidrosolubles. Esta característica hace que en cada proceso por el que pasan para su consumo sean susceptibles de perder su valor nutricional.
Refrigeración: La temperatura adecuada para mantener la frescura de lácteos y embutidos es de3 a6 ºC. Se recomienda guardarlos inmediatamente después de la compra, pues después de seis horas sin refrigeración puede iniciar el crecimiento de microorganismos y bacterias, responsables de su descomposición.
Recomendación: Cuando las frutas y vegetales se pelan y cortan sufren un proceso llamado oxidación, en la cual cambia el color (oscurecimiento). Esto ocurre al entrar en contacto con el aire. Peras, manzanas, plátanos, papas, aguacates, guayabas, entre otros, pueden sufrir este proceso. El uso de limón puede detener su oxidación.
Recipientes adecuados
* Depósitos plásticos con tapas que evitan que el agua contenida en los alimentos se derrame. Antes de guardar cualquier alimento debe asegurarse de lavarlos muy bien, sobre todo para evitar la contaminación cruzada.
* Bolsas plásticas especiales para congelar, se ahorra espacio. Deben cerrarse correctamente para evitar derrames y usarse solo una vez, pues se deterioran con mayor facilidad.
SABÍA QUE?
Una carne fresca congelada puede permanecer hasta seis meses en el congelador, pero si una vez pasó por un proceso de cocción dicho tiempo se reduce a la mitad, de tres a cuatro meses.
Por:
Licda. Guadalupe Argueta - Nutricionista Dietista
Centro de Nutrición NW
Tel.2246-4816/2246-4908
guadalupe.argueta@saludnw.com