En gran medida nos dejamos llevar por los demás, con el afán de encajar en el grupo y a veces por el miedo de ser diferentes.
Si nos diéramos permiso de desarrollar nuestra propia manera de comunicarnos, sería fabuloso poder vivir de una forma más libre, más sincera, más autónoma y aunque suene redundante, en una vida mejor vivida.
¿POR QUÉ SENTIMOS ALIVIO DESPUÉS DE LLORAR?
De acuerdo a la psicóloga Karla Pineda debemos tomar en cuenta las siguientes recomendaciones:
- Aprende a reconocer y expresar tus sentimientos
Deberíamos ser más amigos de nosotros mismos, y tratarnos bien igual que como tratamos a un amigo al que apreciamos mucho.
Cuando hablamos con los demás, ser asertivo quiere decir saber expresar nuestra discrepancia, salir de la pasividad, pero huyéndole a la agresividad.
- Vence el miedo y la timidez
Una persona tímida generalmente no se expresa por miedo a sentirse avergonzada hacer el ridículo, Suelen pensar que la timidez es algo así como su “tipo de sangre” y que nunca dejarán de serlo, pero eso no es así.
No huyas de las situaciones, enfréntalas, atrévete a decir lo que piensas de una vez, y habrás dado el primer paso hacia la asertividad.
- Toma en cuenta el contexto
Si bien expresar lo que sentimos nos hace libres, recordemos que tampoco es sano atropellar la dignidad ni menospreciar a los demás.
Por ejemplo: Si alguien te regala algo con mucha ilusión, y a ti no te gusta, lo mejor en este caso es simplemente no decirlo, o buscar el momento más adecuado para hacerlo.
- Mantén tu objetivo en mente
Cuando tienes alguna discrepancia sobre algo, es bueno expresarla, pero no olvides que el propósito de expresarla es hacer saber a la otra persona tus razones y tus sentimientos por los que no estás de acuerdo. El propósito no es hacer que el otro piense igual que tu ni hacerlo cambiar de opinión.
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No exagerar las disculpas
Recordemos que las principales características de la asertividad son la brevedad, la sinceridad, la claridad y la firmeza.
Cuando es necesario decir “NO” lo que puedes hacer es incluir en tu respuesta un mensaje positivo, por ejemplo:
“No tengo ganas de ir al cine, pero sí de quedarme en casa y hacer alguna otra cosa”.
Practicando lo anterior, podrás aumentar tu habilidad para aceptarte y expresar tus sentimientos, opiniones y pensamientos en el momento oportuno y de la forma más adecuada, defendiéndote y expresándote con un balance, sin sumisión y sin agresión.
Fuente:
Lic. Karla Pineda
Psicóloga