Las relaciones amorosas son difíciles, hoy en día mantener la estabilidad es todo un desafío. Las parejas deben enfrentarse a diferentes obstáculos para mantener a flote el amor, en un ambiente donde las rutinas interfieren, el amor sale por la ventana.
¿Cómo saber si es tu caso? El desenamoramiento posee manifestaciones específicas, mejor conocidos como los síntomas del desenamoramiento, según especialistas estos son algunos que anuncian el fin del amor.
Ya no te causa alegría encontrarte con tu pareja. Si antes movías cielo y tierra por tal de disfrutar con tu pareja, ahora su encuentro te parece aburrido y no te provoca ninguna emoción.
Disminución de fantasías con la pareja y, la aparición de escenas agradables con terceras personas. Tu pareja era capaz de despertar tu imaginación y deseo sexual como ninguna otra persona, pero ahora, haz empezado a ver a otros y a sentir emociones difusas.
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Ausencia de actos de cariño, elogios y regalos. Si antes los detalles eran un invitado que no podía faltar en sus encuentros, ahora se hace presente la indiferencia. Has perdido la ilusión por agradar al otro.
Desatender cualquier necesidad del otro. Ya sean espirituales, sexuales, económicas, domésticas o físicas de la otra persona. Ahora optas por ignorar lo que el otro necesita.
Problemas de comunicación, si lo que más abunda son pleitos, ofensas o por otro lado, no encuentran una forma de decir lo que piensan, difícilmente se podrá solucionar cualquier problema.
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Valoración negativa de las cualidades físicas y psicológicas del amante. Esas peculiaridades que hacían perder la cabeza por tu pareja y te movían el piso, se han transformado como “defectos” insoportables.
Te sientes listo para reprochar cualquier error, falta o comportamiento del otro y aquellos detalles que antes considerabas irrelevantes y causaban molestia hoy resultan un detonante.
Evitas compartir el tiempo con tu pareja. Haz comenzado a inventar escusas para no pasar junto a tu pareja, llegas tarde o de mal humor a su encuentro.
Rechazo sexual. Este comportamiento demuestra la pérdida de apetito sexual por la pareja, cuando disminuye el deseo erótico y puede provocar problemas sexuales como la disfunción eréctil y la falta de orgasmos.
Las manifestaciones de amor pobres. Todo el cariño ha sido remplazado por expresiones de aburrimiento, ansiedad, depresión, indiferencia o tristeza. Cualquier tipo de emoción menos las que nos hagan sentir amados.
Cientos de personas se han enfrentado a este proceso de dejar de amar a su pareja, aunque el amor no tiene fecha de caducidad, es importante demostrar los sentimientos. “Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde”, decía un popular refrán. Aunque duele es mejor enfrentar la situación, aceptar que se terminó y agradecer los momentos importantes.
No te quedes en un lugar donde no puedas amar ni florecer. “Nunca lo olvides, aunque lo hayas hecho bien, si no es para ti, se irá”.