Pese que la incontinencia urinaria es un problema que afecta a millones en el mundo, para muchas mujeres sigue siendo un tema tabú.
¿Imaginas realizar tu rutina diaria con el temor que se te salgan algunas gotas de orina? De acuerdo con los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta es la realidad que atraviesan unas 200 millones de personas en el mundo.
La incontinencia urinaria es una enfermedad que consiste en la salida involuntaria de orina afectando la vida social, higiénica, sexual y psicológica del paciente que la padece. Suele ser más común en mujeres que en hombres. Es importante determinar el tipo de incontinencia para poder aplicar un procedimiento, afirma Ricardo Pineda, urólogo.
Algunos de ellos son:
Incontinencia por esfuerzo: Más frecuente en las mujeres y se da cuando los esfínteres no tienen la fuerza para contener la orina. En estos casos, se dan salidas involuntarias de orina al toser, estornudar, reír, etc.
Incontinencia por urgencia: También es más común en mujeres y se produce por la hiperactividad vesical, es decir, un deseo repentino de orinar difícil de contener. En estos casos, la cantidad de micciones durante el día puede aumentar.
Incontinencia por rebosamiento: Suele afectar más a los hombres. Ocurre cuando el paciente no puede vaciar completamente su vejiga y la orina restante sale en forma de goteo. A pesar que la incontinencia urinaria es más frecuente que aparezca a partir de los 35 años, no significa que mujeres más jóvenes no la puedan adquirir,
¿Y SI HAGO EJERCICIOS? La incontinencia afecta el ámbito social, psicológico, físico, sexual y laboral de la persona que lo padece. Sin embargo, afirma Pineda, cerca del 90% de los casos se solucionan con éxito, ya sea con medicamentos o quirúrgicamente.
“Una mujer con incontinencia debería consultar su situación con el urólogo, porque no hay razón de alterar la rutina diaria de la paciente”, finalizó el profesional.
También existen los “Ejercicios de Kegel” que sirven para fortalecer el suelo pélvico de la paciente. Toma en cuenta que el sedentarismo no ayuda.
Fuente: Dr. Ricardo Antonio Pineda Urólogo
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