La vida urbana conlleva otros riesgos para las personas alérgicas, al igual que el humo del cigarrillo, el escape diesel aumenta la capacidad del cuerpo para producir el anticuerpo de la alergia, IgE, haciendo que las reacciones alérgicas sea más probables.
Otros contaminantes atmosféricos, como el dióxido de nitrógeno, también puede irritar el sistema respiratorio y si su hijo es propenso al asma, ésta irritación puede desencadenar un ataque.
En escolares y adolescentes son el asma y la rinitis alérgicas las enfermedades más comunes, siendo los alérgenos respiratorios los que más problemas acarrean (ácaros del polvo, cucaracha, faneras de animales, polen).
Y la otra es el medioambiente. Instalaciones con poca ventilación, alfombrados con poca higiene, serán lugares donde la concentración de alérgenos será mayor, por lo tanto, la capacidad de sensibilizarse a un alérgeno será proporcional a la contaminación del lugar.
El alergólogo pediatra Mauricio Flores dijo que las alergias más frecuentes en consulta son el asma y la rinitis alérgica, que son las más limitantes en la calidad de vida de los niños. Las alergias alimentarias son menos frecuentes, pero pueden ser más severas ya que pueden llevar a la desnutrición de un niño o a reacciones severas que pueden poner en peligro la vida del niño.
El estudio
Las partículas del aire que se forman por la combustión de los motores diésel empeoran los síntomas de alergia en personas con un cierto perfil genético, según científicos del Keck School y de la Universidad de California (EE.UU.). Los resultados, publicados en la revista "The Lancet", indican que las características genéticas observadas en casi la mitad de la población dejan a quienes padecen alergias en un estado particularmente vulnerable a los efectos de las partículas diésel.
Fuente: Dr. Mauricio Ernesto Flores Morales Alergólogo Pediatra • Clínica de asma y alergias • Telefax: 2275-4415
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