¡Salude a su tía! ¡Abrácela y dele un beso! ¡Despídase con un beso y abrazo! Son algunas de las frases más comunes que ocupamos al decirles a nuestros hijos y lo relacionamos como forma de educación, pero a veces no entendemos que ese tipo de acciones son forzadas y no nos damos cuenta que ponemos en una situación incómoda a nuestros pequeños.
La psicóloga clínica Margarita Rodríguez de Gómez, nos dio algunas recomendaciones para evitar estos escenarios y cómo hablar con nuestros hijos.
“Lo cierto es que la falta de información por parte de los padres sobre estas situaciones hace creer que es parte de la educación inducir a nuestros hijos a saludar de esas formas. No será igual saludar como parte de la educación y cortesía ante buenos modales a las formas externas y afectivas de hacerlo”, indicó Rodríguez.
Creando una barrera de protección
Los padres deben saber que los niños necesitan ser orientados a cómo expresar los saludos a los adultos conocidos o no. Es decir, se debe crear una barra de protección para que los niños aprendan a establecer sus propias preferencias y límites ante la afectividad. Si se les obliga a determinado tipo de salud o pueden darse estos tres escenarios.
- Les limita a identificar sus necesidades y sus propios gustos.
- Hace creer que está bien permitir el acercamiento afectivo a personas que ellos no conocen.
- Se les hace difícil diferenciar en situaciones de peligro (abuso sexual).
¿Qué hacer?
- No ridiculizar al niño cuando no quiera hacerlo y no dejar que otras personas lo hagan.
- Pregúntale a tu hijo cómo le gustaría saludar a su abuela, tíos o personas allegadas a ti.
- Explicar que nadie debe obligarlos a dar un beso o abrazo, si ellos no se sienten cómodos saludando a adultos conocidos.
Un saludo verbal puede ser acompañado de alzar o dar la mano. De esta manera, el niño podrá tener formas asertivas para brindar un saludo y reconocer sus propias formas afectivas, sensaciones de bienestar o comodidad si lo desean al externar un saludo sin necesidad de ser obligados.
"LOS NIÑOS SON ÚNICOS Y DISTINTOS; UNOS SERÁN EXPRESIVOS Y OTROS, RESERVADOS. DEBEMOS CONOCER SUS INDIVIDUALIDADES Y ORIENTARLOS PARA QUE ELIJAN LA MANERA DE VINCULARSE CON LOS DEMÁS".
Fuente: Licda. Ana Margarita Rodríguez de Gómez
Psicóloga Clínica
Responsable del área de psicología en el C.C.S En-Hacore.