Las cosquillas además de ser una de las formas preferidas de los padres para jugar con sus hijos también son beneficiosas para los niños.

Se define a las cosquillas como una sensación desagradable que experimentamos cuando nos tocan ciertas partes del cuerpo y que suele provocar la risa involuntaria.

Sin embargo, a pesar de esta negativa descripción los médicos las aconsejan como terapia antiestrés y como un medio de conexión entre padres e hijos.

Beneficios de las cosquillas

Una dosis de cosquillas  intensas o suaves son una buena manera de reírnos y activar el cuerpo, conoce algunos de los beneficios de las cosquillas y la risa en tus hijos y en ti mismo.

• Fomentan los lazos afectivos entre padres e hijos al entrar en estrecho contacto físico y compartir ese momento tan íntimo.
• Aumenta el ritmo cardíaco y el pulso y, al estimular la liberación de las hormonas “endorfinas”, permitiendo que éstas cumplan una de sus importantes funciones, como es la de mantener la elasticidad de las arterias coronarias.
• Las risas que provocan las cosquillas contribuye a la liberación del estrés, de los miedos y angustias y ansiedad en los niños.  También se recomienda una sesión de cosquillas para liberar el estrés de los adultos.
• Favorece a la disminución de la ira, enfado o enfurruñamiento, permitiendo un cambio de actitud que contribuye a ver las cosas desde otra perspectiva.
• A nivel físico favorece el transito intestinal, ya que la risa provocada por las cosquillas induce al aumento de las contracciones abdominales ayudando así a realizar mejor la digestión y masajeando a la vez las vísceras.
• Las cosquillas estimulan las terminaciones nerviosas y los sentidos del niño al percibir nuevas sensaciones (tacto, oído…).
• Las risas y el movimiento que acompañan a las cosquillas ayudan a ejercitar los músculos, el aparato respiratorio y hasta se fortalece el corazón.
• Si se acompañan de canciones, rimas, palabras… se muestran nuevas formas de expresión, estimulando el lenguaje en los bebés.
• Las cosquillas intensas no se recomiendan antes de dormir, pero las suaves, las que son más bien caricias, son relajantes y ayudan a conciliar el sueño.

Como vemos los beneficios son múltiples y a todos los niveles. ¿Existe algún motivo para que no puedas dedicar 5 minutos de tu día a día a hacer reír a tus hijos?