Los niños oyen todo cuando están en la pancita. Conocen la voz de papá y de mamá. Hasta los dieciocho meses los niños no saben que salieron del útero y creen que todavía están pegados a mamá. Nosotros tenemos que recordárselo y claro que todos quisiéramos volver al útero de nuestra mamá.

Quizás no están conscientes de que están manipulando pero los niños quieren estar pegados de papá y mamá. Hay que enseñarles a los niños que mamá no siempre va a estar ahí porque si no vamos a criar un estúpido. Mamá no siempre va a estar ahí. El exceso, una sobreprotección excesiva es una agresión al niño y crea una serie de problemas, entre ellos adicciones.

Los niños son esponjitas y expertos leyendo el lenguaje no verbal. Quiero que sepan que el noventa por ciento de la comunicación es no verbal. Entienden su tono de voz y saben cómo hacer que usted salte.

Cuando su niño llore yo no estoy de acuerdo con que lo tire porque eso es abuso, cárguelo, añóñelo y llévelo a su cuarto. Quédese un rato con él, mézalo y dígale que mamá va a dormir. Los niños tienen que aprender a poner esa frontera.

Por Dra. Nancy Álvarez