Evitar el exceso de humedad en nuestras plantas, asociarlas correctamente con otras especies o rotar, periódicamente, nuestros cultivos ayuda a prevenir enfermedades o plagas en nuestra huerta. Pero ninguna de estas acciones garantiza una protección completa. Por eso, hay que estar atentos y ocuparnos inmediatamente en caso de que aparezcan para que los daños sean los mínimos posibles.
Para ello, hay en el mercado muchísimos pesticidas que podríamos utilizar. Pero aunque el señor del vivero nos los recomiende por su efectividad, ¿son los más indicados?
Muchos de ellos utilizan compuestos que pueden ser perjudiciales para nuestra salud o para el medio ambiente. Por lo tanto, si lo que intentamos es tener una huerta orgánica y ecológica, estos productos no son los más indicados.
Algunos riesgos de los pesticidas
Los mayores riesgos derivan de la manipulación del producto, al tocarlos directamente o al respirar los gases que emana en su preparación. A su vez, están estrechamente ligados con la cantidad y frecuencia que se aplica.
Las consecuencias que provoque la exposición a los pesticidas dependerá de los componentes del producto. Hay algunos que tienen un mayor grado de toxicidad que otros.
Un riesgo indirecto de los pesticidas es el simple hecho de tenerlo en casa. Aunque seamos conscientes de ello y tomemos los recaudos necesarios, los accidentes ocurren. Y tampoco debemos olvidar que los niños pueden ingeniárselas para agarrar algo prohibido sin que nos demos cuenta. A su vez, si hay macetas en la casa, también pueden representar un riesgo para ellas.
Otro riesgo que es difícil de evaluar y de verificar son los residuos que pueden dejar, tanto en los vegetales que vamos a consumir como en el suelo u otras plantas que estén cerca. Además puede afectar a otros insectos que rodean nuestra huerta sin perjudicarla o a las aves o flores que se desarrollan en las cercanías.
Alternativas ecológicas para reemplazar los pesticidas
Hay muchas alternativas que reducen los riesgos de exposición y que son más respetuosas con el medio ambiente. La diferencia radica en que derivan de minerales, plantas o residuos naturales, y como consecuencia, se descomponen con mayor rapidez y sus niveles de toxicidad son menores.
Acá algunas ideas.
- Colocar recipientes con cerveza con el borde superior al raz del suelo para atraer babosas y caracoles, evitando que se acerquen a nuestras plantas.
- Aplicar con pincel cualquier tipo de aceite sobre las hojas afectadas por cochinillas. Es un trabajo que llevará tiempo y paciencia, pero que eliminará esa plaga de tus cultivos. En este caso, como en la mayoría, lo ideal es atacarlas lo antes posible. Sino, después, será más dificil.
- Mezclar aceite vegetal con agua, jabón biodegradable, pimiento picante y ajo funcionará muy bien contra ácaros y mosca blanca. Hay que triturar bien todo, y lograr una mezcla homogénea. Es recomendable dejarla reposar 24 hs. y luego aplicarlo con rociador.
Fuente: Cecilia Gaona, en hogartotal.imujer.com