Un equipo de científicos españoles identificó un regulador clave para la correcta formación de los ojos, un hallazgo, según sus autores, "relevante" para entender las bases moleculares de defectos oculares congénitos como el coloboma.
Los resultados de esta investigación se publican en la revista "Nature Communications".
Los distintas partes del cuerpo se forman durante el desarrollo embrionario a partir de una única célula, el cigoto.
Se trata de un proceso cotidiano según el cual cada uno de los órganos y tejidos no sólo se construyen en el lugar y el momento adecuados, sino que lo hacen con la forma y dimensiones precisas, recordó la Universidad Pablo de Olavide en una nota de prensa.
El secreto de este autoensamblaje reside en la capacidad del genoma de acumular e interpretar información. Los órganos se forman siguiendo instrucciones genéticas detalladas que se despliegan secuencialmente como los comandos de un programa informático.
En el caso de la formación del ojo, su rudimento se subdivide desde muy temprano en tres compartimentos, la retina neural, el epitelio pigmentado y el tallo óptico.
La formación de cada uno de estos tres tejidos queda a cargo de programas genéticos independientes que determinarán sus propiedades básicas, tales como la forma de las células, su cohesión, adhesividad o los tipos celulares especializados a los que darán lugar.
Una pieza clave para la formación del ojo es el gen Vsx2 que actúa como interruptor genético maestro para la activación de todo el programa de retina neural.
Se sabe que la mutación de este gen en humanos causa defectos oculares congénitos como la microftalmia, una malformación ocular que provoca que los ojos sean anormalmente pequeños, y el coloboma, un fallo en el cierre de la fisura óptica que es causa frecuente de ceguera infantil, señaló a Efe Juan Ramón Martínez-Morales, director de esta investigación.
La fisura óptica, continuó este científico, es la hendidura por donde el nervio óptico -el cable nervioso que transporta la información visual- abandona el globo del ojo hacia el sistema nervioso.
Este trabajo identifica a Vsx2 como un interruptor esencial para el encendido del gen ojoplano, el cual opera directamente sobre las propiedades adhesivas de las células de la retina en desarrollo.
Estas propiedades adhesivas, según Martínez-Morales, son esenciales para mantener la integridad del tejido de la retina. Y es que las células tienen que estar firmemente adheridas a una especie de malla que les sirve de "andamio", la cual se denominada matriz extracelular (esta matriz, por ejemplo, rellena los espacios entre las células o permite el estiramiento de éstas).
La función del gen ojoplano en el plegado de la retina ya había sido caracterizada por este mismo grupo en 2012.
El nuevo artículo, que conecta ahora este gen con Vsx2, es relevante para comprender la relación existente entre identidad y forma, tanto durante el desarrollo normal de los tejidos como en el contexto de las anomalías oculares congénitas.