La dermatitis atópica, las irritaciones de los pliegues del bebé y la dermatitis del pañal son algunos de las alteraciones más comunes que afectan a la delicada piel del bebé y del niño.
La dermatóloga Ángela Hernández Martín nos ofrece los mejores consejos para proteger la piel durante la infancia.
¿Cómo podemos proteger a los bebés de los granitos que suelen salir por el calor y las altas temperaturas?
Los padres tendemos a abrigar mucho al niño por temor a que les dé frío y, en la mayoría de los casos, esto provoca los brotes de sudamina (reacción que sufren los bebés a causa del calor y la sudoración o el aumento de la temperatura corporal es transitoriamente mayor de lo normal como, por ejemplo, en la fiebre).
¿Cuál es el tratamiento para la sudamina de los bebés?
La sudamina, muchas veces, se resuelve sola, no hay que hacer absolutamente nada. Hay que quitar los factores que provocan el calor y ya está.
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Cuando las sudaminas son más profundas o nos demuestran una mayor inflamación se puede aplicar una crema astringente o, en los casos más extremos, siempre aconsejado por un dermatólogo o pediatra, se puede aplicar un corticoide tópico.
Otro padecimiento muy común en los niños es la dermatitis atópica, llegando a suponer hasta un 5 por ciento de las consultas pediátricas y la mitad de las consultas de Dermatología Pediátrica.
¿Cuál es la manera más eficaz para tratarla?
El tratamiento de la dermatitis atópica es, sin duda, individualizado. Hay niños con muy poca dermatitis que, prácticamente sólo necesitan hidratación para mantenerlos bien.
En cambio, con otros niños hay que utilizar otras medidas mucho más agresivas. El corticoide tópico es el estándar del tratamiento, que se practica desde hace unos años, y va muy bien.
En otros casos, el tratamiento tópico no es ni mucho menos suficiente y se tiene que recurrir a inmunosupresores por vía oral que son, al menos, capaces de controlar temporalmente la dermatitis del niño y mejorar extraordinariamente tanto su calidad de vida como la del adulto que les cuida.
Esto depende muchísimo de cada niño, no obstante, la dermatitis atópica se puede controlar. No es un enfermedad que pueda evolucionar sin control médico, pensando que se le quitará al niño cuando sea mayor, porque durante la infancia tanto niños como padres pueden padecer muchísimo por esta enfermedad y es muy conveniente que el dermatólogo les trate y mejore la piel y la vida del niño y la de sus padres.
Fuente:
Dra. Ángela Hernández Martín
Dermatóloga infantil