Un equipo de científicos españoles quiere poner a prueba una terapia que, esperan, podría curar el sida. Solo a un grupo muy específico de pacientes –que sufran simultáneamente una leucemia aguda y estén infectados de VIH–, y solo en unas condiciones muy concretas. Pero si demuestran su hipótesis pueden sentar las bases para que esta enfermedad pase de ser tratable a ser curable.
Timothy Ray Brown es la única persona viva que, se cree, se ha curado del sida. Estuvo infectado por VIH hasta que, en 2007, se le practicó un trasplante de médula con el que luchar contra una leucemia mieloidea aguda. Desde entonces, y a pesar de no tomar medicación antirretroviral –que es la que mantiene al virus controlado–, los investigadores no son capaces de detectar el patógeno en su cuerpo. Creen que una mutación en las células trasfundidas –en el gen CCR225 delta 32– impide al VIH infectar a su nuevo sistema inmunitario.
Ahora, un equipo de científicos españoles cree haber conseguido el mismo resultado, aunque con un trasplante de células de cordón umbilical con la misma mutación. Se lo practicaron a un paciente de Barcelona que, como Brown, padecía simultáneamente una leucemia y una infección de VIH. Aunque falleció tres meses después de la intervención, sus últimas pruebas mostraron que no tenía el virus. «No podemos hablar de curación porque tuvimos poco tiempo para hacer seguimiento», explicó el doctor Rafael Duarte, uno de los científicos implicados en el proyecto. No saben si, con los años, el virus habría vuelto. Aun así, con todas las cautelas –de momento solo tienen dos casos aislados–, creen que el camino es bueno, y que merece la pena seguirlo.
Por eso, España prepara un ensayo clínico que permita determinar el alcance de este procedimiento. Una colaboración entre institutos de investigación, hospitales, la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) y la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia trabaja ya en determinar cuántos de los cordones umbilicales almacenados en España tienen la mutación que buscan. «Calculamos que encontraremos entre 250 y 300», explicó Marta Torrabadella, investigadora del Banco de Sangre y Tejidos de Cataluña. Un porcentaje pequeño –hay más de 60.000–, pero suficiente para lo que necesitan.
Una vez identificados se reservarán para ver si, como sospechan los investigadores, se puede curar el sida con ellos. Aun así, por lo peligroso del procedimiento de estos trasplantes –con una tasa de mortalidad de entre el 15 y el 25% en dos años–, solo se practicarán en pacientes que tengan que someterse a uno en cualquier caso. Es decir, gente que tenga leucemia y esté infectada por VIH. Los investigadores creen que no serán más de 2 o 3 al año en España, pero que esta cifra puede multiplicarse con otros países del mundo. «No son en exclusiva para pacientes españoles», recalcó Rafael Matesanz, director de la ONT.
Retomado de elcomercio.es