Una "evolución darwiniana" permite a los tumores adaptarse a los tratamientos, un mecanismo bien conocido en las infecciones y su resistencia a los antibióticos y que por primera vez ha sido descubierto en pacientes de cáncer de mama.
La investigación, que publicará en breve la revista Nature, ha sido presentada hoy por el español José Baselga, director médico del Memorial Sloan-Kettering Cancer Center (Nueva York, EEUU), que participa en el simposio internacional "Terapias oncológicas avanzadas", organizado por la Fundación Ramón Areces.
El trabajo parte del estudio de un grupo de pacientes con cáncer de mama con la mutación PI3K, en quienes la terapia dio resultado, salvo una mujer cuyo tumor creció con mucha virulencia y que murió a los diez meses, dijo Baselga, presidente de la mayor organización científica de cáncer del mundo, la Asociación Americana para la Investigación del Cáncer (34.000 miembros de más de 90 países).
La autopsia del tumor en el recién creado servicio de autopsias rápidas del centro neoyorquino permitió observar veinte áreas con tumor (pulmón, ganglios linfáticos...), en algunas de las cuales habían seguido proliferando las células malignas y otras aún respondían al tratamiento.
A continuación se hizo una secuenciación de los lugares donde progresaban y se descubrió que todos ellos tenían una mutación de un nuevo gen -el PTEN-.
"Lo fascinante era ver que en cada sitio donde había crecido la mutación era distinta, pero todas llevaban a una pérdida de la proteína que hace que el medicamento deje de funcionar", añadió el oncólogo.
En definitiva, hay "una evolución darwiniana" que permite al tumor adaptarse a los tratamientos, en palabras de Baselga.
El tumor de la paciente fallecida también fue inyectado en ratones - las células cancerosas seguían creciendo - y cuando el equipo de investigadores combinó un tratamiento contra el PTEN y el PI3K, éstas desaparecieron.
El concepto es que "podemos diseñar tratamientos para prevenir esta resistencia. Vamos a empezar un estudio clínico combinando los inhibidores de ambos (PTEN y PI3K).
La manera de atacar estos tipos de cáncer es el diseño de fármacos para disminuir los niveles de receptores (degradadores).
Ya se han empezado los ensayos clínicos y el centro del oncólogo español ha creado una compañía que ya trabaja en moléculas.
"Estamos definiendo los mecanismos de resistencia, no es una tarea fácil, pero empezamos a tener un mapa de cómo estudiarlo", ha concluido. EFE