La prevención con el uso de protectores solares y no hacer barbaridades son esenciales para combatir al sol, la batalla no sólo se libra en el momento de la exposición con protección solar, evitando las horas centrales del día o no prolongando el tiempo de exhibición.
Según investigaciones de la Universidad de Yale, los rayos ultravioletas continúan provocando daños en las células cutáneas de la piel en las siguientes tres-cuatro horas tras el baño solar, incluso si se está a la sombra o a cubierto.
Para evitar que el perjuicio sea mayor, existen una serie de pautas básicas antes y después de tomar el sol. No hay que olvidar que la salud de la piel es más importante que estar bronceado.
1. PROTECTORES SOLARES
Tomar el sol sin protección solar puede ser causa de graves enfermedades como cáncer, reacciones alérgicas, quemaduras y envejecimiento prematuro. Por estas razones independientemente del tono de piel es imprescindible el uso de protectores solares durante la realización de cualquier actividad al aire libre para proteger la piel de los nocivos rayos ultravioletas.
Un nuevo estudio publicado en el Journal of de European Academy of Dermatology and Venereology y realizado por dermatólogos miembros de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), ha concluido que es falso: "La absorción de la radiación ultravioleta de la crema protectora es efectiva desde el momento de la aplicación, aunque no se estabiliza hasta el minuto 10". Además, Se debe dar una cantidad generosa y renovarla cada tres o cuatro horas o después del baño, puesto que no es invencible contra la acción del agua o la arena.
2. MEDICAMENTOS
Exponerse al sol y tomar medicamentos no es una buena combinación. Hoy en día es habitual consumir de forma continuada algunos tratamientos para ciertos problemas de salud (colesterol, hipertensión, depresión...) e incluso se toman esporádicamente aquellos que son de venta libre en Farmacia. Para evitar reacciones alérgicas, irritaciones o manchas solares se deben extremar las precauciones. En este sentido, es fundamental conocer qué medicamentos son fotosensibles y pueden provocar dichas reacciones.
3. PRODUCTOS DE COSMÉTICA
Antes de exponerse a los rayos ultravioletas deben evitarse aquellos productos como desodorantes o perfumes y cualquier otro producto cosmético o higiénico que contenga en su composición alcohol. Con ello se protege la piel de la posible aparición de manchas solares por fotosensibilización tras la exposición. Además, la piel debe estar limpia y sin maquillaje.Aunque estos productos, tanto colonias como desodorantes o maquillajes, pueden aplicarse después sin ningún inconveniente.
4. 'AFTER SUN'
Una vez duchado y con la piel libre de impurezas (restos del protector solar, cloro, sal, arena...) hay que hidratar la piel y mitigar los efectos provocados por el sol. En este sentido, el producto más efectivo es un after sun ya que además de aportar hidratación, como cualquier otra crema hidratante, incorpora componentes calmantes y sensación de frescor. Aunque si no se dispone de este producto la hidratante habitual es mucho mejor que no aplicar nada.
Por otro lado, en los casos de quemaduras más graves que presenten ampollas o haya malestar general se debe acudir a los servicios médicos.
5. EXFOLIACIÓN
Con gel, guante o cepillo. Independientemente del método, cuando se realiza una exfoliación se eliminan las impurezas y las células muertas que están adheridas a la capa más superficial de la piel. Si bien también es una técnica beneficiosa que prepara la epidermis para una mejor asimilación de los principios activos de los tratamientos hidratantes, y antes de una exposición solar puede ser útil para mantener un bronceado uniforme y duradero, si se realiza después de tomar el sol va a contribuir a irritar más aún la piel. Aunque es probable que no se perciban rojeces o daños en la piel, recuerda que está más sensible e inflamada.
Tampoco es recomendable tomar el sol directamente después de un 'peeling' para que la piel reponga sus defensas naturales.
6. DEPILACIÓN
Posiblemente la época estival es uno de los momentos del año que más se recurre a la depilación y, por supuesto, es posible hacerlo en verano. Sin embargo, no es conveniente llevarlo a cabo inmediatamente después de haber estado expuesto a los rayos solares, puesto que ya sea con crema depilatoria, cera caliente, pinzas o láser u otras técnicas que existen en el mercado, los poros se dilatan y la piel se irrita. A la inversa, es decir, antes de tomar el sol, debe evitarse completamente o habrá riesgo de que aparezcan en la piel manchas o quemaduras solares.
7. COMER CUALQUIER COSA
De la misma manera que nos cuidamos por fuera, hay que hacerlo también por dentro. Aquellos días que se ha estado bajo el sol por un tiempo prolongado, el organismo tiende a deshidratarse con más rapidez. Para restablecer esa falta de líquidos los alimentos ricos en agua pueden ser los mejores aliados.
Las frutas como la sandía o el melón -típicas del verano-, las infusiones o los zumos naturales-si optas por los cítricos además estarás aportando vitamina C, un antioxidante que ayuda a proteger las células contra los daños provocados por los radicales libres- son buenas opciones.
Y lo último pero de las cosas más importantes, no olvides beber agua, este debería ser un hábito diario sin importar la exposición solar, pero el ingerir suficiente líquido prevendrá una deshidratación.