
Una de las causas de la intoxicación alimentaria más frecuentes es la bacteria “salmonella”, cuyo factor de riesgo es el consumo de huevo crudo o poco cocinado. Durante las épocas de calor las probabilidades de intoxicarse con esta bacteria aumentan.
Por ello es necesario tener en cuenta una serie de precauciones que garantizarán la salud y prevendrán la aparición de posibles intoxicaciones relacionadas con la alimentación.
Claves para prevenir una intoxicación alimentaria
De acuerdo con la revista médica Paediatrics & Child Health, los niños, los adultos mayores y las personas con un sistema inmunitario débil tienden a sufrir más problemas debido a los gérmenes presentes en los alimentos.
Sin embargo, este mismo medio describe ciertas medidas preventivas que ayudan a promover la seguridad de los alimentos que se ingieren.
Cocinar bien los alimentos
La mayoría de bacterias que producen infecciones o intoxicaciones son poco resistentes tanto al color como al frio. De este modo, una buena cocción de los alimentos es un método funcional para acabar con las bacterias patógenas.
Este proceso en el caso de la leche se lleva a cabo desde la fábrica, pero en el caso de la carne o los huevos, es responsabilidad de cada quien asegurar una cocción completa antes de consumirse. Dejar la carne roja por dentro implica un mayor riesgo para la salud, sobre todo si el método de almacenamiento de la carne antes del proceso de consumo no fue del todo correcto.

Congelar el pescado
Otros organismos patógenos como el “Anisakis” son sensibles al frio. La congelación del pescado propenso a albergar estos organismos asegura la muerte de los mismos. Esto más una buena cocción posterior para destruir las posibles larvas supondrá una reducción considerable del riesgo.
No descongelar a temperatura ambiente
Esta práctica facilita la reproducción de los organismos patógenos que pueden habitar en ellos. Lo más recomendable es recurrir al frigorífico como elemento que conduzca la descongelación o utilizar el microondas.
Mantener los alimentos crudos separados de los que están cocinados
Esto evitara una posible contaminación cruzada de los alimentos. Es importante mantener separados los mariscos y pescados de las carnes, tanto en el almacenamiento como en los procesos previos al cocinado.
No guardar salsas de tomate abiertas por más de 3 días
Este es un error muy común que conduce a una contaminación por “botulismo”. Ingerida esta bacteria produce una parálisis progresiva del cuerpo y órganos que desencadena en fallo multisistémico. Esta bacteria y su toxina son bastante sensibles al calor, por lo tanto, un buen cocinado reduce también el riesgo de intoxicación.
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Ante la duda, tirarlo
Si sospechas que un alimento pueda estar contaminado, si presenta un olor desagradable o un sabor rancio, lo mejor es deshacerte de él. Utilizar el sentido común te ayudara a prevenir una intoxicación alimentaria.
No solo los alimentos con mal olor o mal sabor son susceptibles a estar contaminados, también aquellos que tienen buen aspecto podrían tener bacterias patógenas.
Si dudas de la conservación de un alimento o si piensas que pudo haber estado en contacto con otro contaminado es mejor no consumirlo.
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